Varias explosiones sacudieron este viernes el centro de Irán, en lo que medios norteamericanos presentaron como un ataque del Ejército israelí en represalia por los drones y misiles disparados de forma masiva por Teherán contra Israel el sábado pasado.
La agencia de noticias iraní Fars informó de tres explosiones cerca de la base militar de Shekari, del aeropuerto de Isfahán y de la ciudad de Qahjavarestan, en el centro del país. La defensa aérea abatió varios drones, pero no detectó por el momento un ataque con misiles, afirmó un portavoz de la agencia espacial de Irán. Este hecho no fue mencionado por el presidente Ebrahim Raisi en el discurso que pronunció durante una gira por una provincia del noreste. Tampoco se reportaron daños ni heridos.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) afirmó en una publicación en la red social X que las instalaciones nucleares de Irán no resultaron afectadas durante el ataque. Estas infraestructuras se encuentran en ubicaciones estratégicas dentro del país, incluyendo Isfahán, Natanz y Fordo, además de la ciudad portuaria de Bushehr. "Ningún complejo nuclear debe ser blanco de conflictos militares", subrayó el organismo.
El Washington Post citó a una fuente israelí que afirmó, bajo condición de anonimato, que el ataque respondía a la agresión iraní de hace una semana y buscaba mostrar que Israel tiene la capacidad de alcanzar el interior del país. CNN aseguró, citando a altos funcionarios de su país, que Tel Aviv había avisado de antemano a Washington sobre la realización de la represalia.
Irán había atacado el sábado suelo israelí con drones y misiles en respuesta a los bombardeos de Israel del 1 de abril contra su consulado en Damasco, que mató a siete iraníes (además de seis sirios), entre ellos varios altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní, como el líder de su rama Fuerzas Quds para Siria y el Líbano, el general de brigada Mohamed Reza Zahedi.
Iraníes en calma
Los iraníes reaccionaron con relativa calma al anuncio de explosiones tras la oración musulmana de los viernes. No parecían dispuestos a cambiar sus planes para el día de descanso semanal, informó la agencia de noticias AFP. "Iremos al parque. Todo está como antes, es una mañana de viernes normal", afirmó Bahar, de 24 años, animadora de un centro educativo en Teherán. La mujer dijo que se enteró de las explosiones por la llamada de un amigo que vivía en el extranjero.
Para Alí, un trabajador de 48 años, "si Israel quiere atacar a Irán, nuestro deber es defenderlo con valentía, porque Israel no tiene derecho a interferir en nuestro país". Mohsen, un taxista de Teherán, no ocultó su temor a que la actual tensión degenere en un conflicto abierto entre ambos países. "La guerra es destructiva. No sólo para nosotros, sino para todo el mundo", remarcó este hombre, de 60 años.
Behruz, un bombero jubilado, de 71 años también expresó estar en contra de la guerra. "No podemos estar satisfechos con la muerte de personas, ya sean iraníes, israelíes o de Gaza", mencionó, en referencia al conflicto bélico entre Israel y Hamas desde hace más de seis meses en la Franja de Gaza.
Repercusión internacional
Respecto al plano internacional, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó "cualquier acto de represalia" en Oriente Próximo, en un mensaje a la contención que llegó horas después de los disparos israelíes. El ministro italiano de Exteriores, Antonio Tajani, que presidió una reunión de sus homólogos del G7 en la isla de Capri, pidió una "desescalada total" en la región. También presente allí, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se negó a comentar las explosiones en Irán, y se limitó a decir que Estados Unidos "no participó en ninguna operación ofensiva".
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Moscú, tras conversar con Teherán, señaló a Israel que Irán no quiere una escalada del conflicto. "Hubo contactos telefónicos entre los dirigentes de Rusia e Irán, entre nuestros representantes y los israelíes. Dejamos muy claro en estas conversaciones y transmitimos a los israelíes que Irán no quiere una escalada", indicó el jefe de la diplomacia rusa en una entrevista.
Omán, que durante mucho tiempo desempeñó un papel de mediador entre Irán y las potencias occidentales, condenó por su parte el ataque israelí contra la República Islámica, y "las repetidas agresiones militares de Israel en la región", según un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las autoridades de China también se expresaron al respecto. "China se opone a cualquier acción que fomente el aumento de la tensión y seguirá adelante con su papel constructivo en la región para lograr que se reduzcan la violencia", aseveró el portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Lin Jian, en una rueda de prensa. China es uno de los mayores socios comerciales de Irán: es uno de los principales compradores de petróleo a pesar de las sanciones internacionales que pesan sobre el país.
Posible desescalada
El ataque contra Irán sugiere que los dos países podrían buscar una desescalada, aunque las relaciones entre ambos son explosivas, apuntan los expertos. "Parece que estamos en un punto en el que ambas partes buscan salir del actual ciclo de escalada, con Israel llevando a cabo un ataque muy limitado para demostrar que respondió a los ataques iraníes, y Teherán minimizando rápidamente el incidente para no verse obligado a responder", comentó a AFP Julien Barnes-Dacey, del Consejo Europeo para las Relaciones Internacionales, un centro de reflexión.
Hasni Abidi, del Centro de Estudios e Investigaciones sobre el mundo Árabe y Mediterráneo, con sede en Ginebra, subrayó que los dos ataques iraníes e israelíes eran "casi simétricos", lo que podría llevarles a pensar que pueden dejarlo así. "El ataque israelí alcanzó una base aérea que había sido utilizada como plataforma para lanzar misiles y drones contra Israel la semana pasada. Los israelíes tuvieron cuidado de no golpear importantes posiciones nucleares en la misma provincia, en Isfahán", añadió.
La situación puede apaciguar a Teherán, que no tiene "ningún interés en que esta tensión continúe, ya que su prioridad absoluta" es proseguir con su programa nuclear, indispensable a la supervivencia del régimen, indicó este especialista en Medio Oriente. A pesar de que hay señales que apuntan a una desescalada, ambos expertos prefieren mantenerse cautos y mencionan que existe cierta incertidumbre alrededor de los objetivos de Israel.
Por el contrario, para Agnès Levallois, del Instituto de investigaciones y estudios sobre el Mediterráneo y Medio Oriente, Israel está en una lógica de escalada y no de desescalada", afirmó . "Atacar a Irán es una forma de obtener un apoyo internacional mucho mayor" analizó, refiriéndose al hecho de que algunos países árabes creen que Teherán y su programa nuclear son en sí mismos un factor de desestabilización regional.
La experta también subrayó el carácter imprevisible del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cuyo gobierno decidió responder al ataque iraní pese a las advertencias de Washington. "Hay cosas que parecen obvias y razonables, pero sobre el terreno tenemos a un actor que toma decisiones que parecen ir en contra de los propios intereses de Israel", señaló.