"En esta universidad se recibió Sturzenegger y se recibió Kicillof. Se recibió Zaiat y también Caputo. ¿De qué adoctrinamiento nos hablan?" Este fue uno de los planteos en la conferencia de prensa de rectores universitarios, gremialistas docentes y representantes de los y las estudiantes que prologó la marcha universitaria, donde avanzarán por la calle y hacia Plaza de Mayo (en este orden) las universidades, la CGT y sindicatos, los movimientos sociales, los organismos de derechos humanos y, por último, los partidos políticos. Habrá marchas y actos en todas las provincias y también se sumarán las universidades privadas. Los organizadores plantearon que el Estado debe garantizar que las movilizaciones sean en paz y no reprimir. También enumeraron los múltiples problemas presupuestarios y salariales que el Gobierno de Javier Milei no atiende y respondieron a los ataques del círculo del presidente.
La conferencia de prensa previa a la marcha fue convocada por los gremios Ctera, Conadu, Conadu Histórica, FUA, Fedun, UDA, Fagdut, Fadun y el Consejo Interuniversitario Nacional. Convivieron en la misma mesa los rectores, los sindicalistas y los representantes de las federaciones estudiantiles.
Sobran los motivos
El encargado de recordar los motivos de la movilización fue el rector de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), Oscar Alpa, vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). "En representación de los más de dos millones de estudiantes del sistema público, de los 60 mil no docentes de nuestro sistema universitario, más de 155 mil docentes de nuestro sistema universitario y preuniversitario, la marcha tiene varios puntos", dijo. Se puede resumir asi:
*El presupuesto universitario, que quedó relegado y no actualizado desde el año pasado. "Esto implica para muchas carreras que no pudieron avanzar porque no se desarrolló el presupuesto previsto. Los gastos de funcionamiento: incluso con la última actualización, necesitamos duplicar el monto", acotó.
* Se lleva a cero todas las obras en las universidades, incluso las obras certificadas a más del 90 por ciento, que sería más barato terminarlas que abandonarlas.
* El atraso salarial de las y los docentes universitarios, que llega a más del 50 por ciento con respecto a la última actualización de noviembre. Lo graficaron así: la pérdida de estos cuatro meses equivale a los cuatro años de Macri. Y los docentes quedaron bajo la línea de pobreza.
* Las becas Progresar y Manuel Belgrano tienen valores distorsionados: con 20 mil pesos es imposible continuar.
* La Ciencia y Técnica: "No sólo el Conicet, sino también los investigadores que están en nuestra universidades".
"Estamos abiertos al diálogo, pero la verdad es que no se está dando y por eso se está planteando esta movilización federal", insistieron los rectores, uno tras otro.
Contrapuntos
Los sindicalistas se mostraron más duros: "Se acusa a las universidades de corrupción y de no tener auditorías. Han tenido decenas de auditorías. Nunca aparecieron casos de corrupción en los presupuestos universitarios. El otro tema irritante es lo del adoctrinamiento: en las universidades se discute qué futuro queremos para el país, como se estableció con la libertad de cátedra desde la reforma universitaria de 1918", sostuvo Carlos De Feo, secretario general de la Conadu.
"Lo que está en juego es la existencia misma del sistema educativo público. Lo que genera es oportunidades para los que venimos de sectores populares. Por eso, mañana vamos a reventar las calles", consideró Angelica Graciano (Ctera). "Largaron versiones de un aumento y lo del protocolo antipiquetes para
desmovilizar a la gente. Nos preocupa que no tienen ningún plan salvo el
recorte en sí mismo", indicó Walter Merkis (presidente de Fatun).
Pero quien respondió con más filo a la acusación de partidización de la marcha fue la representante estudiantil, Piera Fernández de Piccoli, presidenta de la FUA: "Vamos a marchar estudiantes que queremos seguir estudiando, van a marchar padres y madres que quieren que sus hijos sigan su trayecto educativo, va a marchar la sociedad que se atiende en un hospital universitario o incluso que tiene un perro que lo atienden en la Facultad de Veterinaria. Va a cometer un grave error el Gobierno si cree que la marcha es partidizada. Queremos una sociedad libre y de iguales, por eso defendemos las universidades".
Fue una respuesta al vocero presidencial Manuel Adorni, quien dijo que la marcha está "incentivada por la política". "No vamos a permitir que las universidades sean utilizadas por políticos de turno para beneficio propio", aseguró, en dirección a los radicales. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, fue más escueta: “No es en defensa de la educación pública. Es en contra del Gobierno”. Es el pensamiento vivo del Presidente, que no pierde oportunidad para afirmar que las universidades públicas son lugares de "lavado de cerebro".
En esa línea, al Gobierno quizás le cueste explicar por qué adhiere a la marcha una buena cantidad de universidades privadas, como la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), Torcuato Di Tella (UTDT) y San Andrés (UdeSA).
Además, contará con el respaldo (y las columnas) de la CGT, de los movimientos sociales. El gobernador bonaerense Axel Kicillof anunció que participará así como el titular de la UCR, Martín Lousteau.
En todo el país
En CABA, la marcha será de Plaza Congreso a Plaza de Mayo y arrancará a las 14.30. Pero habrá movilizaciones por todo el país. La universidad de la Comahue, por ejemplo, hará distintas movilizaciones y actos en Río Negro y Neuquén. En Córdoba, cuna de la reforma universitaria del 18, habrá una marcha importante que saldrá de la Ciudad Universitaria a las 11, convocada por Aduncor.
En Mendoza, habrá una marcha en la capital y otra en San Rafael, mientras que en San Juan la marcha saldrá de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. En Entre Ríos, la marcha principal será en Paraná. Lo mismo ocurrirá en las capitales de Jujuy, Salta, La Pampa, Catamarca, Misiones (en Posadas y en El Dorado), en Chaco, Santa Cruz, entre muchas otras. Incluso habrá una marcha en Chilecito, La Rioja, que llegará hasta el rectorado de esa ciudad. Casi ningún lugar del país se quedará afuera.