"Tesla se cavó su propia tumba con el Cybertruck", aseguró Elon Musk en octubre de 2023 durante la presentación de las (decrecientes) ganancias de su empresa más rentable. No fue la primera señal de que la camioneta eléctrica futurista de Tesla tenía problemas, pero sí de que ya se habían vuelto insoslayables hasta para su creador, que no suele intimidarse por la realidad.

Ahora, en abril de 2024, a cinco meses de las primeras entregas de la camioneta del futuro, la empresa tuvo que pedir que le devolvieran las 4000 unidades que ya entregó. De esa manera podrán fijar un pedazo de plástico adosado al acelerador que se soltaba y lo trababa contra el fondo, como contaron varios usuarios.

La historia del Cybertruck es un reflejo de la forma de trabajar de este ingeniero y empresario quien, a su vez, es un buen representante de los rasgos que premia el actual sistema económico.

Blade runner

En 2019 Elon Musk presentó en público el prototipo de su camioneta. Los diseñadores la  habían desarrollado recientemente bajo la consigna de que pareciera extraída de la película Blade runner o el video juego Halo. Musk citó varias veces la pregunta que le había hecho uno de sus hijos: "¿Por qué el futuro no se ve como el futuro", cuenta Walter Isaacson en la biografía del sudafricano publicada en 2023.  Otro requisito era que se utilizaran placas del mismo acero inoxidable que desarrolló otra de sus empresas, Space X, y de esa manera ahorrar el trabajo de pintarlas. El resultado fueron las líneas rectas de la Cybertruck.

Musk es conocido, entre otras cosas, por cuestionar cada paso de producción en sus fábricas. Se irrita cuando un empleado insiste en que algo se hace de determinada manera pero no lo convence con evidencias. Por eso los obliga a eliminar todos los pasos posibles de la producción y les insiste en que, si no necesitan volver atrás, al menos el 10 por ciento de ellos es porque no quitaron los suficientes.

De esta manera sus empresas, como Tesla o SpaceX ahorran mucho en la producción, pero menos que lo que pierden por los caprichos del dueño, capaz de parar la producción de un auto porque el tablero no le gusta. Gracias a interrupciones constantes los costos suben y sus productos terminan siendo mucho más caros y menos confiables de lo que promete.

El caso de la Cybertruck es bastante extremo en ese sentido. Cuando la presentó en 2019 quiso mostrar lo resistente que son sus vidrios: cuando uno de sus empleados le lanzó una bola de hierro, lo quebró. También prometió cybertrucks a 39.900 dólares. Pese a todo, la personalidad de Musk seduce a muchos y la camioneta acumuló cerca de dos millones de reservas en los años siguientes.

Acelerar a fondo

En noviembre de 2023 Tesla lanzó dos versiones del Cybertruck con precios que van desde 81.895 dólares, aunque prometieron otro modelo que saldría 62.985. La más cara, la Cyberbeast, llega a los 100.000 dólares. Esta mole de 3,5 toneladas acelera de 0 a 97km/h en 2,6 segundos y tiene una supuesta autonomía de entre 400-550 km., aunque Tesla tiene numerosos reclamos porque suelen ser bastante menos. Otro reclamo frecuente es que el acero inoxidable desarrollada por SpaceX se oxida. Los manuales más recientes de la camioneta recomiendan eliminar rápidamente la caca de los pájaros para evitar manchas que los autos pintados no sufren.

Pero tal vez lo más problemático es el diseño mismo que, por ejemplo, impedirá a la camioneta ser aprobada en Europa. Los bordes rectos son peligrosos si atropella a alguien. Además sus planchas rígidas no absorben el golpe en caso de choque, por lo que el impacto va directo a los pasajeros y ni siquiera da tiempo para que se abran los airbags.

Pero lo peor llegó cuando algunos usuarios vieron que el acelerador se trababa en el fondo debido a que un plástico adosado al acelerador se soltaba. Ahora la empresa pidió a sus clientes que le devuelvan las camionetas para repararlo con un tornillo cuya necesidad, seguramente, había sido cuestionada.

Musk es el ídolo de una parte de la humanidad que cree que la cosas se resuelven con más convicción y chicanas que con conocimiento, que reniega de saberes acumulados y ama las cosas grandes, rápidas y furiosas. Musk fue premiado por encajar en ese rol. Incluso el presidente argentino lo tiene como un ídolo personal y se sacó una foto con la camioneta de fondo la semana anterior a que tuvieran que detener las entregas.

Hasta ahora, Musk ha logrado sortear los límites de su metodología con chicanas, más promesas y el dinero de sus inversores. Sin embargo, quien anda siempre con el acelerador a fondo, termina chocando.