El Ministerio de Transporte puso marcha atrás y derogó un decreto, publicado hace 80 días, que le permitía “clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al levantamiento de las vías y demás instalaciones ferroviarias”. La cuestionada normativa eliminaba el requerimiento de un decreto presidencial para levantar trazas ferroviarias. Con la derogación, ese paso volverá a ser necesario para avanzar en el desmantelamiento de un recorrido. La cartera que conduce Guillermo Dietrich sostiene en el Boletín Oficial que “el dictado del decreto generó interpretaciones encontradas y que, en tal sentido y a los fines de no dejar duda alguna de la política ferroviaria impulsada por el Gobierno, resulta oportuno y conveniente la derogación”. 

Publicado el 14 de agosto, el Decreto 652 había despertado el rechazo de los cuatro gremios del sector que se declararon en “estado de alerta permanente”. En la cartera encabezada por Dietrich minimizaron la relevancia del decreto, al que calificaron como “meramente administrativo, para ahorrar pasos burocráticos”. Además, aseguraban que “no vamos a cerrar ningún ramal”. Sin embargo, la normativa no establecía ningún criterio o restricción para la clausura definitiva de los ramales o trayectos que sean considerados en desuso. Las promesas oficiales calmaron los reclamos sindicales pero ayer volvieron a foja cero al revertir la decisión.

“El decreto se utilizó políticamente. Se generó ruido por cuestiones electorales pero no íbamos a cerrar ningún ramal ferroviario. Estábamos hablando de terrenos abandonados que se pueden utilizar para cuestiones urbanísticas. La posibilidad siempre existió, pero era necesario un decreto presidencial que lo autorice. Durante una visita al Congreso, el Jefe de Gabinete, para despejar cualquier duda, anunció que íbamos a volver a atrás, y eso es lo que hicimos”, señalaron desde Transporte.

El activo más valioso de un ramal no son el material rodante ni los rieles, el activo más valioso es el terreno por donde corren los ferrocarriles. Además de su atractivo inmobiliario, cuando se trata de zonas codiciadas por desarrolladores inmobiliarios, el levantamiento de una parte de un ramal puede implicar el abandono definitivo del Estado de un servicio de cargas o larga distancia de pasajeros pasible de ser reactivado. La normativa derogada habilitaba a darla de baja de manera definitiva sin ningún criterio o análisis estratégico previo. 

En agosto, los colaboradores del ministro consideraban que los terrenos donde se procedería a avanzar son aquellos que serán destinados a “otras finalidades de uso social, como urbanización de asentamientos o villas, nuevos espacios públicos y apertura de calles”. Los funcionarios ofrecieron como ejemplo el inminente levantamiento de vías del tren Urquiza en Chacarita para urbanizar Villa Fraga. Desde la empresa operadora aseguraron que las vías que serán levantadas no eran utilizadas por las formaciones que, años atrás, ofrecían el servicio a Posadas. Esas iniciativas seguirán adelante aunque Transporte no contará con la facultad para hacerlo de manera unilateral, sino que hará falta un decreto presidencial.