Somos conscientes de que lo que vamos a decir llegará principalmente a quienes piensan más o menos como nosotros. No obstante, tenemos una necesidad de manifestarnos porque sentimos y pensamos que lo que le está ocurriendo en nuestro país ha sobrepasado límites insospechados. 

A más de seis meses de su asunción como presidente, Milei ha dado muestras locales, y sobre todo en la arena internacional, de representar lo peor de los argentinos. Es un individuo arrogante, arbitrario, ególatra, mentiroso, pendenciero y soez. O sea, es una argentino de aquellos que causan vergüenza a propios y ajenos. 

Le dice al mundo que "él juega en otra liga", mientras lleva adelante la mayor destrucción conocida de lo público y estatal, principalmente en el ámbito de la educación, el sistema científico-tecnológico, la salud y la cultura, sometiendo al país a una recesión inmensa que genera más empobrecimiento en nuestro pueblo. 

El tema es que parece que, porque fue votado por más del 50% en las últimas elecciones, Milei se cree con licencia para todo, lo cual incluye la práctica de la intimidación constante. Y, como se ha dicho, una cosa es la legitimidad del acceso al poder y otra muy distinta es la legitimidad del ejercicio del poder. 

Los integrantes de su gobierno, si bien no vociferan con insultos, no se quedan atrás. El presidente del CONICET, Daniel Salamone, llegó a ese cargo sin experiencia previa de gestión en el ámbito de CyT ni de la universidad, aparentemente por las virtudes que Milei le reconoce como clonador de animales, en el marco de su cinofilia explícita. 

En una reciente reunión en nuestra embajada en Londres con investigadores argentinos residentes en el Reino Unido, Salamone se vanaglorió de estar disminuyendo gastos en la mejor institución estatal de CyT de América Latina, mediante los despidos de empleados administrativos y la reducción de becas doctorales y se enorgulleció de estar "despolitizando" al CONICET. Sin tapujos, recomendó a los asistentes a preferir las universidades privadas sobre las públicas a la hora de establecer convenios de cooperación. 

Salamone sabe que, salvo raras excepciones, las universidades privadas argentinas son meros enseñaderos, donde se repite lo que está en los libros y no se genera nuevo conocimiento a través de la investigación científico-tecnológica que, en más del 90%, tiene lugar en las universidades nacionales estatales. Salamone también sabe que la Tierra es redonda (mejor dicho cuasiesférica) y sin embargo se fotografía exultante con la diputada terraplanista Lilia Lemoine y festeja su designación como secretaria de la comisión de CyT de la Cámara de Diputados. Vergüenza. Parece que la politización partidista la practica el mismo presidente del organismo que pretende despolitizar, ya que su sumisión al poder libertario es mucho más fuerte que las verdades científicas. También en un reportaje reciente, Salamone dijo que los científicos podían dormir tranquilos porque "el funcionamiento y presupuesto del CONICET están garantizados". Tanto para Milei como para Salamone cabe el dicho latino verba volant, es decir, a las palabras se las lleva el viento. 

El problema no son las palabras sino la realidad, tal cual lo denuncia la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT) que le responde a Salamone por qué no podemos dormir tranquilos ya que

  • * La inflación interanual (280%) ha licuado los montos de funcionamiento transferidos a los Institutos y Centros de Investigación.
  • * Se han despedido a más de 200 empleados administrativos que cumplían funciones esenciales.
  • * Los contratos de los empleados que aún revisten en actividad fueron renovados solo hasta el 30 de junio, creando una situación de profunda incertidumbre y ansiedad en los trabajadores.
  • Se redujo el número de becas doctorales en 2024 de 1300 a 600 afectando así la formación de nuevos investigadores y el desarrollo de proyectos de investigación.
  • Los nuevos ingresos a las carreras del investigador y personal de apoyo se encuentran paralizados.
  • Los salarios de los científicos, técnicos, becarios y administrativos han perdido más del 25% de su poder adquisitivo en los últimos 4 meses.
  • El financiamiento de los proyectos de investigación, licuado por los altos niveles de inflación, impide la posibilidad de concretar los objetivos aprobados después de rigurosas evaluaciones.

RAICYT también aclaró que el presupuesto de 450.745 millones de pesos, invocado por Salamone en el reportaje, no condice con el que figura en la web oficial del CONICET de sólo 214.821 millones de pesos y que, al día de la fecha, lo ejecutado por la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología no alcanza al 2% de su presupuesto anual. Esta subejecución presupuestaria afecta dramáticamente la dinámica de todo el Sistema Científico y Tecnológico Nacional.

La evidencia indica claramente que esta gente ha venido a destruir aquello que costó décadas construir. Que sus herramientas son los despidos, los recortes, el desmantelamiento y el desprecio por toda actividad intelectual que no esté enmarcada en "el mercado". Su fascismo radica en eliminar población sobrante. Los estatales y los jubilados somos población sobrante para ellos; sin duda no "gente de bien". Por eso Milei, cada vez que puede, festeja las campañas mentirosas de desprestigio del CONICET que aparecen en las redes. 

Pero el CONICET no es la única institución atacada. Se ataca a las universidades públicas, a la Comisión Nacional de Energía Atómica, al INTI, al INTA, a la ciencia y tecnología en general y, por supuesto al INCAA, al INT y los medios públicos. Se otorgan ayudas a la gente que manda sus hijos a colegios privados y se mira para el costado ante el escaso presupuesto de las escuelas estatales. Su proyecto económico destructor del Estado y de la industria se apoya en promover una economía primarizada donde el valor agregado proveniente del conocimiento resulte innecesario y el pensamiento crítico sea cosa de zurdos que hay que eliminar del mapa.

Si queremos que este plan nefasto no perdure y genere daños irreversibles, no sólo es imprescindible seguir ganando la calle y parar la Ley Bases sino que también será necesario que las fuerzas democráticas progresistas, verdaderos radicales, peronistas, socialistas y de izquierda nos unamos por encima de nuestras diferencias. Si no, para nosotros también valdrá el verba volant.

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