Nilda Eloy, ex detenida desa- parecida y testigo clave para lograr la condena del genocida Miguel Angel Etchecolatz, falleció ayer en la ciudad de La Plata a los sesenta años después de luchar contra una enfermedad terminal. Eloy fue secuestrada por una patota militar en 1976 cuando se encontraba en la casa de sus padres. La dirigente de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos permaneció desaparecida y pasó por varios centros clandestinos bajo jurisdicción de la Policía Bonaerense que comandaba Ramón Camps, como La Cacha, el Pozo de Quilmes y Arana, hasta que fue puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en 1977, y liberada finalmente en 1979, cuando se encontraba en la cárcel de Villa Devoto. En el juicio contra Etchecolatz que se realizó en La Plata, Eloy y Jorge Julio López fueron quienes tuvieron mayor relevancia para demostrar con sus testimonios la presencia del ex comisario en los centros de torturas. También fue ella quien advirtió la segunda desaparición de López. “Nilda, tus banderas por justicia y castigo a los genocidas, por la lucha de los derechos humanos de ayer y de hoy, nos acompañan y nos guían junto a López, Santiago Maldonado, Adriana (Calvo), Cachito (Fukman) y los 30 mil”, señaló en un comunicado la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.