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Con una confluencia de gobierno, justicia, policía, manifesantes antifascistas y sociedad civil

Gran Bretaña puso un freno a la ultraderecha

Starmer cumplió su promesa de aplicar todo el peso de la ley sobre los responsables de los disturbios de la semana pasada tanto “en las calles como en las redes”.

Protesta antifascista en Belfast, Irlanda del Norte.
Protesta antifascista en Belfast, Irlanda del Norte. (PAUL FAITH/AFP)