Desde Brasilia
Después de meses de investigaciones el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, aceptó un pedido de la Policía Federal para que sean extraditados de Argentina 63 brasileños participantes en el asalto al Palacio del Planalto para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva el 8 de enero de 2023. La información, según la cual el número de prófugos afincados en la Argentina bordearía los 150, se conoció en la noche de martes.
Horas antes, en la mañana de ese mismo martes, los canales de noticias brasileños daban a conocer tramos de una carta en la que Javier Milei confirmó a Lula, su participación en la cumbre del G20 prevista para el 18 de noviembre en Río de Janeiro, auguró éxito al evento y mencionó los intereses comunes entre argentinos y brasileños. Esta fue la tercera misiva enviada por el presidente libertario a su colega de centroizquierda, al cual insultó mucho más que tres veces.
Diplomacia
La decisión de Moraes, magistrado a cargo del cual hay otros procesos importantes como el que derivó en el bloqueo de la plataforma X , perteneciente al millonario Elon Musk que desobedeció la orden judicial de bloquear perfiles instigadores del golpe de Estado, probablemente impactará en una relación bilateral caracterizada por las discrepancias y algunas tensiones. Como las ocurridas en julio cuando Lula convocó a consultas al embajador en Buenos Aires, Julio Bitelli.
De esa manera Brasilia respondía al encuentro entre Milei y Jair Bolsonaro, considerado el arquitecto de alzamiento golpista de 2023, durante la cumbre de la ultraderechista Conferencia Por la Acción Conservadora (CPAC). Realizado en el sureño Balneario Camboriu, el encuentro fue coordinado por Eduardo Bolsonaro, hijo del ex presidente.
Fuga
Los investigadores de la Policía Federal llegaron a la conclusión de que alrededor de 180 fugitivos, algunos cumpliendo prisión domiciliaria con tobilleras electrónicas de las que se deshicieron para no ser rastreados, dejaron Brasil con destino a la Argentina, Paraguay y Uruguay.
Algunos se ocultaron en baúles de automóviles y otros atravesaron las extensas fronteras terrestres burlando los controles migratorios.
Fuentes policiales revelaron al portal UOL que una de las hipótesis seguidas por sus investigadores es que la huida hacia la Argentina habría sido coordinada y financiada por grupos vinculados al movimiento bolsonarista, con fuerte presencia en el sur brasileño.
Etapas
La solicitud de extradición de los evadidos aún no fue presentada formalmente a las autoridades argentinas.
Por lo pronto el pedido de Moraes fue enviado al Ministerio de Justicia que lo derivará a su Departamento de Recuperación de Activos y Cooperación Internacional. Allí se analizará si es posible pedir la deportación con base en los tratados bilaterales en vigor. Otro instrumento que podría amparar el pedido es el Acuerdo de Extradición entre los Estados Partes do Mercosur, dijeron fuentes al semanario Carta Capital.
El caso llegó al Ministerio de Relaciones Exteriores, comandado por el canciller Mauro Vieira, que envió el comunicado a la embajada de Brasil en Buenos Aires comunicar los pedidos a su contraparte argentina. Ese trámite no parece ser engorroso ya que el diálogo entre Vieira y su colega, Diana Mondino, ha sido fluido más allá de los sacudones entre el Planalto y la Casa Rosada.
El factor Musk
Además de disponer la repatriación de los sediciosos radicados en Argentina, donde varios habrían recibido refugio, el martes pasado Moraes hizo o propio con el bloguero Oswaldo Eustáquio, atrincherado en España.
El agitador digital es acusado de varios delitos, entre ellos haber divulgado en las redes sociales datos de los comisarios que investigaban a grupos bolsonaristas. Esa filtración fue considerada como inaceptable por Moraes.
Ante la provocación el juez ordenó que sea quitado del aire el perfil del bloguero, determinación no acatada por Musk, lo que derivó en la suspensión de la plataforma X por durante casi un mes y medio.
Apoyo
Las sospechas de que los evadidos en Argentina cuentan con apoyo económico y jurídico del bolsonarismo en posible coordinación con el mileismo, se fortalecieron a fines de septiembre. Fue cuando tres abogados que actúan en la defensa de los brasileños se reunieron con la diputada oficialista María Cecilia Ibañez que les habría garantizado cobertura para permanecer en la Argentina.
Después del encuentro, la abogada Tanielle Teles dijo estar segura de que sus clientes "perseguidos tendrán apoyo para recomenzar sus vidas" en Buenos Aires.
Eduardo Bolsonaro
A fines de mayo los prófugos recibieron el respaldo, en persona, del diputado Eduardo Bolsonaro, considerado el canciller de oficio de su padre Jair.
Acompañado de una delegación de políticos, en su mayoría del sur brasileño, Bolsonaro habló en la Cámara Baja argentina invitado por su colega, la libertaria María Celeste Ponce. "Este trabajo internacional empieza a dar resultados. Este intercambio, con la ayuda de nuestra diputada aliada, nos da la oportunidad de decir la verdad" sobre lo que ocurre en Brasil donde un "dictador" (Lula) " persigue" a los disidentes políticos.
Dado que la "gran prensa" oculta los hechos es necesario recorrer el mundo denunciando la suerte que les espera a quienes defienden la "libertad y la democracia" , arengó el brasileño, observado por su colega argentina.
"Cuando me puse al tanto de lo que está pasando en Brasil, decidí repudiar la persecución" como parte de una "batalla cultural, política y espiritual", aportó Ponce.
Persecución
Bolsonaro y Ponce, así como la diputada Julia Zanatta, integrante de la misión enviada a Buenos Aires, mencionaron la palabra "persecución" para tipificar la situación de sus camaradas establecidos en la Argentina, tal vez con la intención de aportar la figura legal que permitiría al gobierno argentino rechazar el pedido de extradición anunciado este martes por el Supremo Tribunal Federal.