En el último parte oficial, dado a conocer a las 19 de ayer, el capitán Enrique Balbi, vocero de la Armada, confirmó que unos ruidos que se habían percibido el miércoles 15 a las 11 de la mañana, a unas 30 millas de Ushuaia, en línea recta con Mar del Plata, merecían una investigación más exhaustiva. Hacia la zona en la que se originó esa “anomalía hidroacústica” (que fue la expresión que eligió Balbi) se dirigían ayer por la noche el buque chileno Cabo de Hornos y el noruego Skandi. Luego se haría un “barrido” con uno de los dos P-8 estadounidenses, un avión equipado con los últimos adelantos en tecnología de búsqueda (ver aparte).

El vocero destacó que este ruido anormal ocurrió a las 11 de la mañana del miércoles, transcurridas cuatro horas de la última comunicación en la que el capitán del San Juan informó que continuaba sin novedad su ruta a Mar del Plata.

Balbi descartó en forma definitiva otros posibles indicios sobre la ubicación del submarino, como el hallazgo de bengalas, una balsa y otros ruidos percibidos el lunes por buques que participan de la búsqueda.

El vocero explicó que esa “anomalía” fue analizada por la Marina de Estados Unidos y que habían concluido que había que buscar la fuente de esos ruidos porque podrían ser o dar indicios acerca del derrotero del ARA San Juan, que ya lleva siete días perdido (se cumplieron ayer) y entró en una fase crítica por la provisión de oxígeno para sus 44 tripulantes. De todas maneras, recordó que ese plazo es el límite si la nave no pudo emerger y recargar sus reservas de aire, lo que hasta el momento no se sabe.

Por primera vez desde que empezó el operativo de búsqueda del San Juan, el informe de Balbi no fue puntual. A las 10 de la mañana de ayer, el capitán informó que no había novedades y que volvería a hablar con la prensa a las 16. Poco antes de esa hora, empezó a circular por las redes información acerca de un informe confidencial de la Armada que se había filtrado. El informe ordenaba a todas las unidades disponibles dirigirse a una zona determinada (que coincide con aquella en la que se detectaron los ruidos que ahora se investigarán más a fondo) porque se habían descubierto unas boyas. Sin confirmación ni desmentida oficial del documento y de la existencia de las boyas, las versiones fueron creciendo, alimentadas por una no explicada demora en el contacto de Balbi con la prensa. Se informó que el informe se demoraría 40 minutos, pero recién se produjo alrededor de las 19. El capitán pidió disculpas por el atraso, pero no explicó qué lo había causado.

En tanto, ya está todo preparado para la fase de rescate de la tripulación. La directora del hospital regional de Comodoro Rivadavia, Miriam Monasterolo, confirmó que la Armada Argentina les requirió todos los tubos de oxígeno disponibles, por lo que “les facilitamos 38 que fueron puestos ya a disposición de la fuerza y luego embarcados” en el Skandi Patagonia, que puso proa a la zona de búsqueda.

La directora del centro de salud, el de mayor complejidad del Chubut, sostuvo que la gestión respondió a un requerimiento del jefe del destacamento naval con asiento en esta ciudad, Ccapitán de navío Claudio Pérez Ortigueira.  Monasterolo reveló además que “la intención es que los tubos sean bajados por etapas y es lo primero que se hace, ni bien se ingresa al submarino, determinar las necesidades sanitarias más urgentes y ofrecer oxígeno”.

El hospital de Comodoro Rivadavia está desde el martes en “alerta sanitario” ante una eventual demanda masiva, lo que “implicó para nosotros adecuar cuatro salas comunes en salas de terapia intensiva y otras medidas, como arreglar el desplazamiento de pacientes a otros hospitales en caso de ser necesario, así como la posible suspensión de cirugías programadas, no urgentes y menores”, afín de dejar los quirófanos libres para las posibles emergencias de los tripulantes. “Estamos preparados para una contingencia de este tipo, de hecho tuvimos varios casos que supimos enfrentar como institución”, confió Monasterolo.

No sólo el hospital de Comodoro Rivadavia está preparado para una emergencia. Toda la ciudad vive intensamente las tareas de búsqueda y rescate del San Juan, perdido desde hace siete días con 44 tripulantes a bordo, y ya recibió 15 aviones de distintos países desde que se inició el operativo. “Hay mucha intensidad en la comunidad por lo que está pasando, El hospital está en alerta y los hoteles están completos. Los 15 aviones provienen entre otros de países como Estados Unidos, Gran Bretaña y España con pertrechos para el rescate”, dijo Rubén Palomeque, secretario de servicios a la comunidad del municipio. “Estamos atentos en el hospital regional y adoptamos medidas en el tránsito para facilitar los desplazamientos de la logística entre el aeropuerto y las instalaciones portuarias desde el sábado a la noche”, agregó.