A través de la Comisión de Justicia y Paz, organismo dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), la Iglesia Católica expresó su “más profunda preocupación ante la disolución por decreto del Fondo de asistencia directa a las víctimas de trata de personas” creado por ley 27.508 de 2019 y puesto en funciones en octubre de 2021. Entiende el equipo eclesiástico dedicado al tema que la norma democrática que lo creó “representaba una demanda auténtica de víctimas y sobrevivientes, promovida por el Poder Ejecutivo y votada en el Congreso con un amplio consenso de todas las fuerzas políticas y el apoyo de las organizaciones de la sociedadrepresenta un “retroceso en materia de reparación y restitución de derechos de las víctimas”,