La crisis desastada en Honduras por el lento escrutinio y las acusaciones de fraude que derivaron en incidentes en las últimas horas llevaron al gobierno a imponer el estado de sitio. La medida de excepción regirá por diez días e impide la libre circulación de 18 a 6 en el país; y habilita a arrestar a quienes circulen por la vía pública en las horas de veda, o que sean sospechosos de actos de violencia.

Sólo quedan exceptuados los miembros de los partidos políticos, los integrantes y el personal del Tribunal Supremo Electoral, los observadores y periodistas acreditados y los trabajadores del transporte de carga. La restricción tampoco alcanza a personal de salud, entes de socorro, funcionarios del Estado y del aparato de seguridad y justicia, así como a las misiones extranjeras.

De esta manera, se agrava la situación en el país centroamericano tras las elecciones del pasado domingo, en las que se enfrentaron el presidente Juan Orlando Hernández, del derechista Partido Nacional, y Salvador Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición contra la Dictadura, apoyado por Manuel Zelaya, el mandatario derrocado en 2009. Ambos candidatos se proclamaron ganadores. El lento recuento de votos provocó denuncias de fraude que se convirtieron en protestas e incidentes desde el miércoles, cuando Hernández pasó al frente en el escrutinio: 42, 92 por ciento contra 41,42 de Nasralla. Un punto y medio apenas de ventaja, con el 94,35 por ciento del total escrutado.

En la capital Tegucigalpa, y en otras ciudades del país, cientos de personas salieron a las calles cuando 72 horas después de las elecciones se dio a conocer que Hernández pasaba a ganar. Los incidentes causaron un muerto y decenas de heridos, así como daños en edificios y saqueos a comercios.

Para complicar más el panorama, la oposición no participa del escrutinio y denuncia que hay actas con inconsistencias. El oficialismo considera que la ausencia opositora impidió que ayer mismo terminara el recuento. El presidente del Tribunal Superior de Justicia, David Matamoros, manifestó que esperan poder contar con los representantes de la oposición y señaló que la Alianza pide la entrega de las actas observadas y de otras 5 mil que se escanearon en el centro de cómputos. 

Al respecto, Zelaya dijo que el sistema informático tuvo interrupciones de hasta cinco horas mientras se computaban los votos y apuntó a posibles irregularidades en tres departamentos del país. "Dentro de tres días tendríamos el resultado, nosotros aceptamos reconocer el resultado final si ellos aceptan estos puntos", aseguró el ex presidente, al tiempo que pidió que cese la violencia. En el mismo sentido se expresó Nasralla, quien dijo que hay acuerdo con la OEA y la Unión Europea "para que las 5.174 actas que no se transmitieron por Internet sean revisadas una por una".

Por su parte, Hernández pidió esperar “con paciencia y prudencia” los resultados del conteo de votos y estimó que “vamos avanzando bien en el proceso”, al tiempo que recordó que “yo me comprometí a que íbamos hacer de este proceso electoral un proceso con respeto”.