La actividad comenzó a las 11 y se realiza simultáneamente en las principales ciudades del país. La principal consigna es parar el fraude y sacar del gobierno al presidente Hernández, que busca la reelección por el conservador Partido Nacional.

La manifestación fue convocada por el ex presidente Manuel Zelaya, derrocado en un golpe de Estado y enviado a Costa Rica en 2009. Zelaya es el coordinador del Partido Libertad y Refundación y además es el principal aliado del candidato presidencial de la Alianza, Salvador Nasralla, quien el miércoles denunció que por medio del fraude le quieren robar el triunfo en los comicios.

El ex presidente del Banco Central de Honduras (BCH) Hugo Noé Pino declaró que la marcha es pacífica, para impedir que el Partido Nacional implante una dictadura en el país, por medio de un fraude en confabulación con el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

En Tegucigalpa, capital de Honduras, los seguidores de la Alianza salieron del bulevar Suyapa, cerca del Hospital Escuela Universitario, y se dirigían a inmediaciones de Casa Presidencial, donde había un fuerte contingente militar. En la marcha se escucha permanentemente al unísono la popular frase "Fuera JOH. Fuera JOH.", que hace referencia al mandatario Juan Orlando Hernández.

Mientras tanto, en San Pedro Sula, la marcha salió del famoso Monumento a la madre y se desplazaba al parque central de la ciudad. En otras ciudades también hubo marcha y en otras algunas tomas de calles.

Los simpatizantes de la Alianza de Oposición comenzaron desde el miércoles anterior a salir a las calles, luego que Nasralla denunciara el fraude. Las protestas en un inicio fueron pacíficas, pero de a poco se fueron haciendo más violentas, al grado que algunos grupos realizaron actos vandálicos en los que saquearon supermercados y centros comerciales e incluso se reportaron al menos dos personas muertas. Ante esa situación, el gobierno decretó el viernes un toque de queda por diez días de las 18 a las 6 horas.

El malestar de la Alianza de Oposición se generó a raíz de la tardanza del TSE electoral en brindar los resultados oficiales de las elecciones generales, en las que en un inicio la tendencia favorecía a Nasralla, pero luego se fue equilibrando del lado del actual gobernante, lo cual generó sospechas de fraude.

Según el último resultado del TSE en base al 94 por ciento del escrutinio, Hernández mantenía la ventaja con 1.333.264 votos, lo que representa un 42,92 por ciento frente a los 1.286.572 votos (41,42 por ciento) de Nasralla. La situación se agravó debido a que desde el viernes el TSE mantiene paralizado el escrutinio especial de 1031 actas ya que los representantes de la Alianza de Oposición se rehúsan a participar en el proceso.