Durante el miércoles y jueves de esta semana se están llevando adelante las jornadas pedagógicas institucionales docentes de nivel secundario en todas las escuelas de la provincia de Buenos Aires. Se trata del último punto de encuentro previo a la implementación del nuevo Régimen Académico de la escuela secundaria que impulsa el fin de la repitencia y un cambio de perspectiva tras cien años de historia.
En este marco, Alberto Sileoni, al frente de la Dirección General de Cultura y Educación, conversó con Buenos Aires/12 y detalló el fortalecimiento de la escuela secundaria a partir de esta iniciativa. “Nosotros queremos transmitir que es posible exigir sin repetir”, subraya quien está al frente de la cartera que cumple el rol de ministerio de Educación en la provincia.
Desde 2025, un alumno podrá intensificar hasta cuatro materias. Es decir, estudiará más durante períodos de quince días al inicio y final de cada cuatrimestre, en diciembre y febrero. A partir de la quinta, se determinará cuáles se intensifican en distintos períodos del año y cuáles se recursan. Lo que no volverá a suceder es que, si un alumno no tiene aprobadas más de tres materias de un año deba recursar la totalidad de las materias del año en cuestión, incluso las que aprobó.
Durante estas jornadas, los 200 mil docentes de las más de 4.700 escuelas secundarias bonaerenses podrán evacuar sus últimas dudas, organizar el año y conversar sobre los modelos instituciones para intensificar las materias. "Es un tiempo para decirles a los docentes que van a estar acompañados en la implementación de un nuevo régimen que sale de una matriz que tenía cien años”, sostiene Sileoni.
—¿Alcanzan dos días para resolver esas dudas?
—No, no. Esto lo venimos trabajando hace más de seis meses, desde mediados del año pasado tras su aprobación. Es importante transmitirle a la sociedad que esto no es un impulso, que se viene trabajando con los docentes en múltiples jornadas, donde pudieron leer documentos porque se les acercó material. Seguramente sea un año donde pueda darse alguna complicación porque dejamos atrás un modo de entender la secundaria y le damos paso a otro modo de andarla que es más satisfactorio, más justo y reconoce el esfuerzo de los pibes.
—¿Por qué?
—Entre los puntos más importantes, un chico ya no va a repetir todo el año por sólo llevarse algunas materias. Nosotros queremos transmitir que es posible exigir sin repetir, con un sistema más parecido al universitario y que no se trata de una escuela más fácil. Para quienes cursamos la escuela secundaria, sabemos que antes aprobabas por materia, pero reprobabas en bloque. Es decía, si desaprobabas más de tres materias tenías que repetir todo el año, incluso las materias que aprobaste. Ahora, lo que aprobaste es tuyo para siempre, es un derecho tuyo y no se recursa más. Por eso es, en algún sentido, algo más parecido a la universidad donde nadie te dice que repitió el tercer año de ingeniería, sino que se fue quedando con algunas materias.
—¿Cómo se trabajan materias desaprobadas de segundo año si el alumno pasa a tercero?
—Con más docentes y horas en la escuela. Los alumnos van a trabajar con sus docentes en sus escuelas en seis periodos de dos semanas en el año. A su vez esto se complementa con más horas de clase que dictaran los docentes para acompañar a los alumnos que más lo necesitan con una fuerte inversión de la provincia en estos recursos. De eso se trata la intensificación. En marzo, habrá 35 mil módulos para acompañar a los docentes en la toma de exámenes, lo que equivale a una inversión de 5 mil millones de pesos para que no se sobrecarguen los docentes que dan clases. Así, habrá más docentes para acompañar las trayectorias educativas de quienes lo necesiten.
—¿Cómo se organizan los tiempos para que no se superpongan las cursadas?
—Eso va a tener la libertad cada escuela de elegir el modo según sus condiciones. De todas, maneras, todas ya eligieron. Siguiendo con el ejemplo del chico de segundo que pasó a tercero con materias desaprobadas, una de las opciones es que curse matemática de tercero mientras intensifica matemática de segundo año con el mismo docente de matemática de tercer año. Otra posibilidad es que la intensificación de matemática de segundo año la haga con el mismo docente con el que la cursó en segundo año. De ser así, como se superpone con la cursada del tercer año, la intensificación se da a contraturno. Hoy tenemos el 75 por ciento de las escuelas preparadas para dar esta opción. Algunas, incluso, darán clases de refuerzo los sábados. No hay que olvidar que el sistema educativo de la provincia de Buenos Aires es, junto al de San Pablo, de lo más grandes de la región. Tiene 1,7 millones de alumnos en 4.700 escuelas. El 70 por ciento de las escuelas son de educación pública y el 30 de privada. La mayor cantidad de alumnos están en zonas urbanas, pero tenemos 42 mil en zonas rurales. Hay una enorme diversidad y por eso cada una elige según sus condiciones.
—¿No se genera un conflicto para organizar las cursadas a las escuelas?
—Hay que tener en cuenta que el 93 por ciento de los alumnos no necesitan esto que estamos hablando. La intensificación es para una porción mucha más chica. Capaz en una escuela son un poco más de 20 pibes los que estén en esta situación. No prevemos una anarquía institucional, prevemos un ordenamiento, con un equipo de definición de trayectorias educativas que va a estar al lado del pibe y de la familia.
—¿Cómo interviene ese equipo?
—De distintas maneras. Puede pasar que algunos alumnos tengan un mal segundo año y acumularon varias materias desaprobadas. También tienen muchas del primer año sin aprobar. Entonces, esa acumulación de materias puede hacer que cursar el tercer año imposibilite satisfacer las adeudadas. Entonces, ese equipo te acompaña y guía para, por ejemplo, decirte que no te conviene cursar el tercer año y es mejor dedicarle tiempo a estabilizar todo lo adeudado que se tiene. De este trabajo hablamos. Con la vieja repitencia tenías que cursar las doce materias de segundo año sin importar cuáles aprobaste.
—¿Hay más cambios?
—Este año arrancamos con la libreta digital para alumnos de primer año. También incorporamos el tramo de inicio acompañado para ayudar a definir el oficio de ser estudiante para aquellos alumnos del primer año. Volvemos a la nota numérica, se aprueba con siete, se divide en dos cuatrimestres y no se promedia. Va a ser un secundario de exigencia. En paralelo en marzo todos los chicos de primer año van a tener una prueba de escritura para ver cómo ingresan y caracterizar qué conocimientos tienen. Seguimos con pruebas en tercer y quinto años de práctica del lenguaje y de matemática para profundizar. Las mejoras no estarán en uno o dos años, pero la va a mejorar y le dará sentido a la escuela secundaria para que recupere su valor histórico.
—¿Le preocupa que vuelva a tomar vuelo la discusión del año pasado sobre la repitencia?
—Queremos salir de la discusión electoral. Hay consenso de que la educación debe ser cambiada. Nosotros proponemos este camino. Nosotros construimos 45 escuelas y hay 40 en construcción. Hay una inversión importante en educación desde la Provincia, mientras desde la Nación hay 80 escuelas en obra paralizadas y el FONID nunca volvió.