Familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan criticaron ayer al ministro de Defensa, Oscar Aguad, debido a que el lunes a la noche aseguró, por primera vez y en una entrevista televisiva, que los 44 marinos están muertos. En el reportaje, el ministro indicó, además, que el capitán de la embarcación ya había reportado un incidente similar al que se sospecha que causó la explosión del submarino, de entrada de agua por el snorkel, en un viaje anterior y lo había puesto como prioridad para los trabajos de mantenimiento que el submarino iba a tener en 2018. Los parientes de los tripulantes repudiaron que Aguad eligiera dar esa definición por televisión antes de comunicarse personalmente con ellos; lo criticaron por referirse a los tripulantes como objetos y por hablar sobre los costos de la búsqueda. En diálogo con PáginaI12 Itatí Leguizamón, esposa del cabo Germán Suárez, sostuvo que Aguad es “impresentable”, y afirmó que “todo lo que esperábamos que hicieran los funcionarios del gobierno, lo hicieron al revés”. 

Durante una entrevista en el canal TN, el ministro de Defensa advirtió que la suspensión del operativo de rescate se definió luego de un informe de la Armada que decía, según Aguad, que “las condiciones del ambiente extremo donde se desarrolló este suceso y el tiempo que había transcurrido son incompatibles con la vida humana”. Fue entonces cuando el periodista Joaquín Morales Solá le preguntó al ministro si eso quería decir que están todos muertos, a lo que Aguad contestó: “Exactamente”. Su afirmación fue la primera manifestación por parte de un representante del gobierno sobre la muerte de los tripulantes. El jueves, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, había anunciado el cambio de fase en el operativo de búsqueda, que implicaba descartar la posibilidad de que los tripulantes estuvieran vivos, pero desde entonces ningún funcionario se refirió a la muerte de los 44 submarinistas. 

“Lo que más me molestó fue que, por sus dichos, se nota que ellos sabían desde hace mucho tiempo lo que pasaba, pero no lo dijeron antes y generaron falsas esperanzas para los familiares”, señaló Leguizamón. “Nos enteramos de todo lo que pasó por la televisión y eso da mucha bronca”, agregó. La esposa del cabo principal de la tripulación opinó que la forma en la que el gobierno y la Armada manejan la comunicación sobre la búsqueda “es una falta de respeto, no sólo para los familiares, sino para toda la sociedad”. 

Leguizamón consideró que Aguad “no parece una persona preparada para ser ministro; no sabe nada de lo que habla y eso se nota mucho. Es impresentable”. 

María Rosa Belcastro, madre del tripulante Fernando Villareal, señaló a este diario que el ministro “tendría que haber convocado primero a una reunión con los familiares y recién después hablar con los medios de comunicación”. “Es muy duro enterarse de estas cosas por televisión”, añadió Belcastro, y remarcó que las autoridades de la Armada también manejaron mal la comunicación con los familiares. 

“Que nos lo diga por televisión cuando había tenido la oportunidad de ir a Mar del Plata y confirmarlo delante de todos los familiares no tiene nombre”, dijo, por su parte, Claudio Rodríguez, hermano de otro tripulante. Para Rodríguez el anuncio de Aguad “fue poco serio”; luego indicó que el ministro se refirió a la muerte de los submarinistas “como si fuesen un objeto, una cosa, un número más”. Sandra Velasco, cuñada del tripulante Cristian Ibáñez, coincidió con los otros familiares al afirmar que le parecía “desubicado dar ese tipo de noticias en un programa de la televisión”. Para ella lo correcto hubiera sido “primero venir a hablarlo y explicarlo a la familia”. “Estamos en un limbo. Necesitamos buena predisposición, no que venga y nos mire con cara de tristeza y después vaya a la televisión”, añadió Velasco. 

“Cuando escuché al ministro lo tomé como una falta de respeto a mí, a todos los que somos familiares de los 44 tripulantes”, aseguró Luisa Rodríguez, madre del suboficial primero, Hernán Rodríguez, y criticó a Aguad por referirse a “los costos de la búsqueda”. “¿De qué me habla?, ¿no son héroes? Se olvidan que son 44 hijos de la patria. Yo no le deseo el mal a nadie, pero me gustaría saber si es el hijo de uno de ellos, dejan de buscar o suspenden la búsqueda”, manifestó.

En la entrevista, Aguad explicó que antes de cada partida el submarino tiene que pasar por un chequeo en el que se controlan todos los elementos de navegación. Esta revisión completa, informó el ministro, es firmada y reportada a la base por el capitán. El ARA San Juan había sido inspeccionado antes de su primera partida, el 25 de octubre desde el puerto de Mar del Plata, y en su segunda salida, después de los ejercicios militares, el 8 de noviembre en Ushuaia. “En los primeros días de septiembre, el capitán hizo un chequeo de la nave punto por punto. Lo tenemos firmado por él y dice que el submarino está en perfectas condiciones para navegar”, aseguró Aguad. 

Sin embargo, el ministro advirtió que el ARA San Juan ya había tenido un incidente similar al que se cree podría haber ocasionado la explosión. “Ha habido desperfectos. Un barco tiene desperfectos como los tiene un auto y el capitán va anotando. Hubo un incidente similar a lo que creemos que pasó el 15 de noviembre. También entró agua por el snorkel con la diferencia de que el agua no llegó a las baterías. El capitán dejó un informe donde decía que cuando el submarino entrara en reparaciones el primer semestre de 2018, y dejo constancia de eso, además de otras averías menores. Esta es considerada una avería menor. El agua, en este caso, cayó en una especie de bidón que tiene para que se acumule ahí. Y el capitán lo reportó como un incidente”, aclaró Aguad.