El papa Francisco se recuperó de su empeoramiento repentino de este viernes y "pasó una noche tranquila", según informó el Vaticano el sábado, añadiendo que "el broncoespasmo no afectó a otros órganos". Durante la tarde, un nuevo parte médico informó que el Sumo Pontífice continúa con períodos de ventilación mecánica no invasiva y que rezó en una capilla cercana a su habitación.

"El estado clínico del Santo Padre permanece estable. Alternó ventilación mecánica no invasiva con largos periodos de oxigenoterapia de alto flujo, manteniendo siempre una buena respuesta al intercambio gaseoso", reportaron desde la Oficina de Prensa del Vaticano.

Según el comunicado, Francisco permanece sin fiebre ni leucocitis. "Sus parámetros hemodinámicos se han mantenido siempre estables; ha continuado alimentándose por sí mismo y ha realizado regularmente fisioterapia respiratoria, cooperando activamente. No ha presentado ningún episodio de broncoespasmo", indicaron.

El Papa, añadieron "está siempre vigilante y orientado". Durante el día recibió la Eucaristía, rezó en una capilla cercana a su habitación durante veinte minutos y su estado de ánimo "sigue siendo bueno".

De acuerdo a diferentes publicaciones italianas, el Papa no ha tenido más crisis después de la del viernes, cuando sufrió un broncoespasmo que causó un empeoramiento repentino de su cuadro respiratorio, indicaron este sábado fuentes vaticanas, que destacaron que esa crisis no ha afectado a otros órganos.

Tras pasar una noche tranquila, el Papa se despertó, desayunó, tomó un café y se dedicó a leer los periódicos, añadieron las fuentes, que insistieron en que, sin embargo, su cuadro clínico sigue siendo complejo y su pronóstico, reservado.

El Papa pasó una noche tranquila y está descansando, informó este sábado la sala de prensa de la Santa Sede, en el decimosexto día de ingreso de Francisco en el hospital Gemelli de Roma después de sufrir el viernes una crisis por broncoespasmo que causó un empeoramiento repentino de su cuadro respiratorio.