Desde Bahía Blanca
Mateo tenía dos días de vida cuando el Hospital Penna de Bahía Blanca comenzó a inundarse y el agua entró al servicio de Neonatología. Ese viernes, estaba internado junto a su mamá Marisol, de 21 años, y su papá, Federico, esperando a que les den el alta. También estaba con ellos su otra hija, Sara, de 18 meses. Dormían cuando escucharon el sonido del agua que llegaba del subsuel“Gracias a Dios estamos con vida, hay tanta gente muerta. Tenemos que agradecer”