Rechazado por el Senado, por decenas de académicos, profesores y juristas y ya al final por los propios integrantes de la Corte Suprema, Manuel José García Mansilla le presentó a Javier Milei su renuncia indeclinable como juez del alto tribunal en comisión después de pasar 40 días en ese cargo, donde no perdió oportunidad de firmar 214 sentencias y otras decisiones, además de pintar su despacho. En un texto de siete páginas carente de autocrítica, que elude las verdaderas razones de su dimisión