Dos feministas populares forman parte de la lista de precandidatxs a concejales de la lista Rosario sin miedo que encabeza Juan Monteverde. Norma López, actual concejala,  está en segundo lugar y María José Poncino, Majo, en el cuarto. Votarlas es apostar a la llegada de otras voces y miradas. "Queremos que Rosario sea una ciudad vivible, digna, con futuro para las mayorías", dice Poncino y López, de vasta experiencia legislativa, asegura que sus ejes en un nuevo mandato serán el acceso de la población a la salud mental y la justicia, además de continuar el trabajo en salud sexual reproductiva y no reproductiva. 

"Llegar al Concejo como feminista popular no es llegar sola: es llevar esas voces, esas experiencias y esa mirada que pone la vida en el centro. En un momento donde desde el gobierno nacional se ataca al feminismo, a los movimientos sociales, a los sindicatos y a cualquier forma de organización popular, ocupar un lugar en el Estado desde esta perspectiva es una forma de resistencia y también de propuesta", dice Majo, referente nacional de Mujeres Evita, una militante incansable. 

Norma López es concejal, desde hace muchos años está comprometida con la agenda de las mujeres y ha impulsado decenas de ordenanzas que apuntan a reducir la desigualdad, no sólo de género. "Varias de esas normativas han sido fundamentales, además por el tipo de construcción, porque siempre la hemos construido con grupos de mujeres y disidencias, con sectores, con organizaciones, con mujeres en distintos barrios de la ciudad".

Las ordenanzas de López

A la hora de enumerar, plantea: "La primera fue la creación de jardines materno-parentales en el ámbito del municipio de Rosario. Otra fue la asignación económica para mujeres y disidencias víctimas de violencia de género y sus niños y niñas. Al momento de la formación para acceder a la licencia de conducir, incorporar un módulo que signifique educar en materia de derechos humanos y con perspectiva de género", comienza con tres de esas iniciativas. 

Suma "el acceso a viviendas para mujeres víctimas de violencia, con cupos dentro de lo que son las construcciones de Rosario. La elaboración de protocolos contra las violencias, tanto hacia mujeres, disidencias y también hacia infancias. Y esa construcción de protocolos se inició con una dinámica muy concreta, cuando hicimos la convocatoria desde el Concejo Municipal, una iniciativa fue mía, a la Justicia cuando estaba recientemente modificada, al Ministerio Público de la Acusación, a las Fiscalías de Género, además las distintas áreas municipales y provinciales porque era indispensable avanzar en ese sentido. Y bueno, lo más reciente es también lo que significa la mirada desde una red de organizaciones que trabajan contra el abuso sexual infantil". Son muchas ordenanzas, algunas que el Ejecutivo municipal no cumple debidamente. 

Abrir las bancas

-¿Por qué es importante sumar feministas en el órgano deliberativo municipal? Majo Poncino: Porque necesitamos que el Concejo represente la realidad de quienes sostienen la ciudad todos los días. Las mujeres, las diversidades, las compañeras de los barrios, venimos organizándonos desde hace años para resolver y estar dónde el Estado muchas veces no llega y no cubre: el cuidado, la comida, la salud, la seguridad. 

Lo que promete Poncino es lo que viene haciendo como militante desde hace años. "No vamos a ocupar una banca, vamos a abrirla: para que entren el barrio, el movimiento, las pibas, las trans, las lesbianas, las personas no binarias, las jubiladas, las que todos los días sostienen la ciudad sin reconocimiento ni recursos. La política institucional necesita nutrirse y materializarse de estas experiencias concretas, de este saber que nace desde la periferia al centro y de abajo hacia arriba", afirma. 

Falta de respuestas

La relación entre los sectores populares y el Estado está muy deteriorada, y eso es algo que también ven en las recorridas cotidianas. López cuenta que "Está muy quebrada la relación entre el abordaje del Estado y la confianza en la sociedad, por eso es tan importante y por eso que también está en crisis la democracia. Y en las mujeres principalmente, donde muchas veces no pueden encontrar una respuesta adecuada a la multiplicidad de la problemáticas para la accesibilidad de sus derechos desde la perspectiva de las políticas de cuidado, que son las que más las llevan adelante". 

Lo que López encuentra en los barrios es que "la violencia aumenta y aumenta la violencia de género. Hay muchísimas luchadoras que hacen redes permanentemente y si tienen un merendero para dar comida a 50 personas, estiran para llegar al doble, hacen maravillas desde la capacidad que tienen en la organización y en la reproducción y el fortalecimiento de redes entre mujeres. Entonces también tenemos que ver lo que aprendemos en los barrios para poder volcarlas a mejores políticas públicas". 

Las que sostienen la vida

De eso sabe mucho Poncino, que entre los puntos más importantes para su tarea como concejala señala: "El trabajo es una prioridad. Las mujeres y las diversidades, sobre todo en los barrios populares, son las primeras en perder el trabajo y las últimas en recuperarlo. Muchas veces trabajamos sin derechos, sin salario, en tareas invisibilizadas. Queremos que el trabajo digno y con derechos sea un eje central de la política municipal: fortaleciendo la economía popular, acompañando unidades productivas de mujeres y diversidades, promoviendo la formación y la inserción laboral con perspectiva de género y diversidad". 

Para la referente del Movimiento Evita, otro aspecto crucial es el reconocimiento del trabajo comunitario, "ese que sostiene la vida cuando el Estado no llega. Cocineras, cuidadoras, promotoras de salud, promotoras de género y diversidad, educadoras populares, entre otras: su aporte tiene valor, tiempo, ponerle el cuerpo merece reconocimiento, no sólo simbólico, también económico". 

En ese marco, considera "fundamental construir políticas de cuidados que reconozcan y acompañen el laburo invisible que hacen miles de mujeres. En los barrios populares, las redes comunitarias de mujeres garantizan el plato de comida, la asistencia a personas mayores, acompañamientos en situaciones de violencias, la crianza compartida. El Estado tiene que estar a la altura y construir en red, colectivamente: con presupuesto, con reconocimiento, con presencia y con herramientas que también pongan en un rol protagonista el trabajo de las mujeres y diversidades para construir una vida más digna". 

Salud, transporte, desigualdad

Otra prioridad que traza Poncino para su trabajo legislativo es "la salud pública cercana, accesible y con perspectiva de género y diversidad". Considera que "no puede convertirse en un privilegio o un servicio excluyente e inaccesible produciendo riesgos y descuidos a la salud de las personas. Porque en muchos barrios, ir al médico o acceder a un turno ginecológico es una odisea o actualmente no tienen los insumos o elementos para brindar un derecho fundamental como es la salud". 

Por eso, la propuesta es "fortalecer los centros de salud, ampliar la atención primaria y garantizar el derecho a la salud integral".

Un aspecto fundamental para la vida de los sectores populares es el transporte público. "Lo que vemos en los últimos años es una política que, por decisión del intendente y sus concejales, se limita a sacarse los problemas de encima y trasladarlos a la gente. Suben el boleto sin mejorar el servicio, y sin discutir de fondo cómo garantizar el derecho a moverse por la ciudad", asegura Poncino. 

El estado del transporte hace necesario "un debate serio sobre el transporte, pensado como un derecho y no como un negocio". 

"Las mujeres somos las principales usuarias del transporte público, y muchas veces combinamos varios trayectos diarios para trabajar, cuidar, estudiar. Por eso, queremos un sistema más accesible, seguro y con recorridos que respondan a las necesidades reales de quienes viven en los barrios. No puede ser que moverse en Rosario sea cada vez más caro, y más complicado", apunta.

Poncino propone que "las desigualdades se combaten con más feminismo". 

Su plataforma de trabajo es "una ciudad donde las, los y les protagonistas sean quienes la habitan y la hacen todos los días". Y eso se consigue con "más participación popular, más presupuesto para lo social, y que las decisiones se tomen con la gente adentro. La democracia no puede agotarse en el voto: tiene que ser cotidiana, con vecinos y vecinas opinando, proponiendo, construyendo ciudad". 

"Queremos ciudades integrales. Las agendas no pueden ser sectorizadas sino transversales. Queremos construir ciudades feministas y sin miedo", remata. 

Los proyectos por venir

López, que va por su reelección, traza los temas que quiere incorporar a la agenda de trabajo legislativo, o profundizar. "Sin lugar a dudas el tema de la salud mental, que si bien lo venimos haciendo, necesitamos seguir fortaleciendo, las personas no pueden acceder a tratamientos en salud mental, a los distintos abordajes, y además incorporar fuertemente la perspectiva de género en el abordaje en salud mental", plantea la concejala.

Otro punto es el acceso a la justicia. "Queremos plantear cuáles son las herramientas que desde el municipio, desde el Concejo Municipal, como legislativo, y con otras áreas, básicamente tenemos con la justicia, para ver cómo acompañar a las mujeres, a nuestras infancias, a nuestras adolescencias, para que puedan acceder a sus derechos, para que puedan acceder a la cuota alimentaria, que además en un marco económico de ajuste y retroceso, se hace cada vez mucho más complejo". 

Un tema en el que se enfocó en los últimos años fue la salud sexual reproductiva y no reproductiva, y también quiere continuar con esa agenda. "Pensar también nuestros derechos desde el placer, esa mirada que es muy poco acompañada desde los gobiernos, porque todos tienen una mirada muy pacata acerca de las políticas públicas,  y queremos salir en defensa también a un derecho del placer". 

Otro punto de coincidencia con su compañera de lista, es que López también quiere profundizar en "las tareas de cuidado". En un momento donde el presidente Javier Milei ha reducido, ha ajustado y persigue a las mujeres, a las disidencias, con lo que significa también en esta situación económica de saqueo del país, las mujeres están cada vez más precarizadas, sino que además vuelven a convertirse en jefas de familia. Las políticas de cuidado son un tema importantísimo, que tenemos que llevar adelante. Y también incluir la perspectiva de la discapacidad, los derechos de la discapacidad en género y disidencias".