"Los procesos de unidad no son mágicos", de ese modo la diputada nacional Alejandra Rodenas justificó el armado de un monobloque y su no integración al bloque opositor mayúsculo del Frente Para la Victoria (FPV), que encabeza Agustín Rossi. La ex jueza admitió que el espacio que integra, el Nuevo Espacio Santafesino (NES), es "una expresión muy santafesina" que tiene por objetivo "abrazar a sectores que no son antikirchneristas, pero históricamente no han adherido al FPV". Se definió como "netamente opositora" a Cambiemos, dijo que no va a apoyar el proyecto de reforma previsional y condenó a la justicia "que pretende disciplinar a la política". "No es verdadera justicia, es el brazo ejecutor del gobierno de turno", apuntó.

-‑¿Cuál va a ser su rol en el Congreso?

-‑Me sentí muy emocionada, muy orgullosa de representar a los santafesinos en el Congreso, sobre todo en un momento como este dónde va a ser la caja de resonancia de grandes discusiones en diciembre y el resto del año próximo. Vamos a tener tres matices importantes, va a estar la reforma previsional, el presupuesto y, tal vez no se llegue ahora, pero la reforma laboral va a ser marco de la agenda del año que viene. Desde el rol que hemos asumido como Nuevo Espacio Santafesino (NES) vamos a ser netamente opositores.

‑¿Va a votar en contra del proyecto de reforma previsional?

‑No la voy a acompañar, la voy a rechazar. Argentina tiene 6,5 millones de jubilados, de esa cantidad más de la mitad cobra la jubilación mínima. Con lo cual esta medida afecta a más de tres millones de personas y el gobierno de Macri decidió, creo yo, luego de su triunfo electoral, profundizar el ajuste. La fórmula de la movilidad jubilatoria es aquella que determina cómo y de cuánto serán los aumentos, cuándo en el 2008 se sancionó la ley de movilidad jubilatoria se determinó que los jubilados reciban dos aumentos por año.  El ahorro y el ajuste que estipula el gobierno sobre el sistema previsional es de unos cien mil millones de pesos, que van a financiar sectores no competitivos de una economía que el gobierno no sabe cómo reactivar. Por eso digo que no era una campaña del miedo lo que hacíamos, eran advertirles que lo que hacen los liberales cuando asumen el gobierno de nuestro país es ajustar a los que menos tienen. La fórmula matemática, aun con la rectificación que le hizo (el senador) Pichetto, sigue generando un ajuste de cien mil millones de pesos.

 

"El NES es una construcción territorial francamente opositora; nuestro límite es Cambiemos".

 

‑Viene del mundo judicial, ¿qué lectura hace de las determinaciones del juez Bonadío contra integrantes del gobierno anterior?

‑Una justicia que pretende disciplinar a la política no es verdadera justicia, es el brazo ejecutor del gobierno de turno. Mientras esto sucede y algunos medios hegemónicos repiten una y otra vez, el gobierno lo que hace es tapar e intentar que se apruebe una ley de reforma previsional.  Transformar el Poder Judicial en un resorte de la política es afectar la credibilidad de las instituciones. Cuando yo decidí votar por la plena vigencia del estado de derecho, lo hice porque tengo la sensación de que el Poder Judicial vuelve con esta distorsión, que ha existido siempre, esto de tomar decisiones políticas no asumiendo que son políticas, y que vulneran el principio de inocencia, todo lo que es garantías constitucionales. Realmente me preocupa mucho, esta idea de que existe un partido judicial es una idea riesgosa, pero de ser así estaríamos frente a un abismo bastante complicado.

‑¿Por qué formó un monobloque y no se integró al Frente Para la Victoria en el Congreso?

‑Primero porque es coherente con nuestros inicios, el NES nace como una decisión territorial desde Santa Fe y para Santa Fe. Un espacio integrado por intendentes, presidentes comunales, senadores, organizaciones gremiales y sociales, es una expresión muy santafesina. Cuando fuimos a una interna respetamos todos los códigos éticos y políticos de una interna. De hecho, este viejo adagio de que `el que gana conduce y el que pierde acompaña`, lo cumplí a rajatabla. Pudimos recorrer nuevamente la provincia, suscribir los 21 puntos de acuerdo, que son los que definen el rol de opositor del Frente Justicialista. Pero los procesos de unidad no son mágicos, por eso hay que trabajar con paciencia estas cuestiones. En la Cámara he sido muy bien recibida, los compañeros del peronismo me han recibido con mucha amabilidad y entendiendo de qué se trata esta construcción de Santa Fe, que es algo joven, que tiene que cobrar volumen, que tiene que abrazar a sectores que no son antikirchneristas, pero históricamente no han adherido al Frente Para la Victoria. Ese proceso debe continuar en el tiempo, para que lleguemos a un 2019 más sólidos, más fuertes, menos vulnerables, para lo que nosotros es la avanzada neoliberal. Si bien he sido elegida para trabajar en la Cámara, también hay otra parte que todo legislador que esté comprometido con los santafesinos tiene que hacer, recorrer la provincia, tener el oído puesto y la escucha en las necesidades de los santafesinos. Eso es muy importante eso de escuchar a los intendentes, presidentes comunales, senadores, para nosotros es el abc de la construcción del NES.

--¿No va a integrar el bloque, pero va a ser una suerte de aliada?

-‑Tampoco. Nosotros no vamos a perder el diálogo político, no hubo una ruptura ni política ni ideológica, ni con Agustín (Rossi) ni con el resto del peronismo. Lo que hay es una decisión de darle volumen a ese NES, donde hay expresiones diversas del peronismo que deben ser contenidas y contempladas, porque es una construcción territorial. Nuestro límite es Cambiemos, somos francamente opositores. Lo hablé con (José Luis, presidente del PJ nacional) Gioja, el presidente de partido, me entendió, entendió que era una decisión de esto que el peronismo siempre tiene.

-‑¿En otro momento Rossi no la hubiera comprendido?

-‑El momento nos encuentra a todos donde el movimiento nacional nos necesite. Ojalá podamos armar un gran frente sin tener que ir a internas y dirimiendo las cuestiones como las dirimimos en el último tramo del proceso de unidad.