Eufórico y emocionado por igual, así se retiró Leo Fernández, el técnico de Central, del Gigante de Arroyito. Tomó el equipo en un momento muy difícil y ahora se va de vacaciones, prácticamente ratificado en el cargo, con nueve de nueve puntos bajo el brazo. Fernández es un tipo feliz. En conferencia de prensa, mantuvo el perfil bajo, la humildad, y dijo que él y su grupo de trabajo son "empleados del club". "Tenemos muchas ganas de continuar y seguir por este camino", avisó.

A Fernández el clásico le salió casi idéntico que el partido ante Boca. Gol en el amanecer y pierna fuerte y líneas cerradas para contener el resultado. "Newell`s marcaba igual que Boca", dijo el entrenador, reconociendo la similitud de ambos partidos. Con respecto al análisis del juego, dijo: "El rival no nos inquietó, estuvimos prolijos, en líneas generales nosotros siempre estuvimos más cerca". Sobre una tenue mejora de la Lepra en el epílogo, comentó: "En el segundo tiempo sin querer nos metimos atrás, era sabido que Newell's se nos podía venir, fueron apenas algunos minutos". Pero sanguíneo como es, recordó que en los clásicos "la táctica o el fútbol queda de lado por la euforia de la gente".