Del 14 al 17 de abril de 2025 se celebra en la sede de las Naciones Unidas la cuarta sesión del Foro Permanente sobre los Afrodescendientes. Este año el foro, organizado por la oficina de Derechos Humanos de la ONU, se reúne bajo el lema “África y los pueblos afrodescendientes: unidos por la justicia reparativa en la era de la inteligencia artificial” haciéndose eco de los reclamos por reparaciones por las consecuencias de siglos de esclavización y colonialismo.

El presidente de la Asamblea General de la ONU, Philemon Yang, declaró en la ceremonia de apertura: “Comprometámonos a erradicar el racismo, en todos lados y en todas sus formas, en defensa de la dignicad y la igualdad de todo ser humano”. Hilary Brown, representante de la Comisión de Reparaciones de CARICOM fue contundente: “Ya basta de hablar, es hora de resultados concretos”.

Brown no hablaba en abstracto. La Comunidad del Caribe (CARICOM) es un bloque de integración regional de 21 países del Caribe; manejan de forma coordinada sus políticas de relaciones exteriores y desde 2014, su Comisión de Reparaciones (CRC) reclama a las ex potencias coloniales el pago de reparaciones a las naciones y los pueblos de la comunidad del Caribe por los crímenes de lesa humanidad cometidos (genocidio, trata de esclavos y esclavitud). El plan de reparaciones, conocido como Plan de 10 puntos, busca revertir un presente marcado por siglos de saqueo, negacionismo y empobrecimiento impuesto sobre las víctimas de la esclavitud y sus descendientes. No están solos. Las instituciones afrodescendientes de la sociedad civil del sur global vienen liderando el reclamo por las reparaciones hace décadas; sin embargo, el trabajo es arduo y debe darse en ambas esferas, tanto a nivel estado como sociedad civil.

En este sentido, la Unión Africana (UA) se ha sumado a estos esfuerzos institucionales a nivel internacional. En la 38° Cumbre del pasado febrero, 2025 fue declarado oficialmente como el Año de las Reparaciones y su lema se definió como “Justicia para las personas africanas y afrodescendientes mediante las reparaciones”. Además, en un hecho que constituye un hito histórico, en dicha cumbre aprobaron una resolución en la que se "declaró la esclavitud, la deportación y la colonización como crímenes contra la humanidad y genocidio contra los pueblos africanos”, siguiendo el camino marcado por las organizaciones de la diáspora y la sociedad civil africana.

En estos últimos años la UA y CARICOM han unido fuerzas para hacer un frente común en la lucha por las reparaciones. Brown, de hecho, destacó en su mensaje en el Foro la posibildad de llevar adelante una agenda conjunta sobre este tema en la ONU y gestionar un foro político a nivel de jefes de Estado: “CARICOM está lista para llevar esta agenda al próximo nivel: son bienvenidas las alianzas con la UA y otras coaliciones que compartan la visión y la convicción necesarias para asegurarnos de que Europa se haga responsable”.

Entre los siglos XV y XIX, por lo menos quince millones de africanos y africanas fueron raptadas, llevadas a la fuerza en barcos europeos y vendidos como esclavos y esclavas en las metrópolis europeas y sus colonias. Hoy, el racismo estructural continúa afectando tanto la vida de millones de personas como las economías y posibilidades de desarrollo de decenas de países. Las (ex)potencias coloniales, excepto Países Bajos, se niegan a hablar de responsabilidades, mucho menos de reparar.

Para esta edición, el Foro Permanente le dio un lugar destacado de participación al Grupo Iniciativa Baku (BIG) del Movimiento de Países No Alineados, donde se encuentran nucleados países caribeños que no forman parte de CARICOM. El trabajo del BIG, cuya presidencia protémpore está en manos de Azerbaiyán, se centra en la lucha contra el colonialismo dentro del marco del derecho internacional.

La clausura del evento está programada para hoy, en coincidencia con el bicentenario de la “deuda de independencia” de Haití. Recordemos que la revolución haitiana desembocó en el establecimiento de la República de Haití en 1804 y Francia, a cambio de detener las hostilidades, le reclamó resarcimiento al nuevo estado a través de una indemnización por los perjuicios ocasionados al no poder seguir extrayendo los recursos de la isla y su pueblo. Haití tardó más de cien años en pagar los 150 millones de francos a su opresor.

El Foro, creado en 2021, prometía ser una herramienta para avanzar la lucha afrodescendiente en la arena internacional. Sin embargo, su diseño institucional lo condena a la impotencia: desconectado de las asociaciones de base, sin facultades vinculantes, sin presupuesto para la acción, sin mecanismos para que los temas en discusión deriven en políticas concretas.

La historia y el presente de los pueblos están en disputa. La intervención de Hilary Brown dejó en claro que el reclamo por reparaciones es una exigencia y que África y su diáspora, a pesar de la diplomacia de la visibilidad, no se detendrán.

*Politóloga UBA.