En la reforma al sistema previsional, el artículo 12 del proyecto de ley 27.260, el gobierno le está mintiendo a los jubilados, del mismo modo que lo hizo en la denominada “Reparación Histórica”. Quieren vender gato por liebre para que se vuelva a votar una reforma que esconde un profundo ajuste, y los diputados salgan aplaudiendo un 82 por ciento móvil del salario mínimo vital y móvil, como aquella vez lo hicieron con la PUAM.

La realidad demuestra que la jubilación mínima hoy es de 7246 pesos y el 82 por ciento del SMVyM asciende a 7265 pesos. El SMVyM, fijado unilateralmente por el Poder Ejecutivo, en enero será de 7790 pesos y en julio 2018, de 8200. Entonces, para tener el maravilloso incremento de 19 pesos el jubilado tendrá que haber realizado 30 años de servicios con aportes y su jubilación deberá estar debajo del mínimo. Esa es la zanahoria que le están ofreciendo para que voten una reforma que lleva, como la mal llamada Reparación Histórica, muchas más desventajas que ventajas.

En primer lugar van a modificar la fórmula de la movilidad para que se ajuste trimestralmente. Pero la reforma ajustadora no se queda allí. Para poder realizar el ahorro que pretenden y que fue recomendado por el FMI y el Banco Mundial, necesitan bajar la tasa de sustitución (la relación entre el salario del activo y la jubilación) y la forma en que lo van a hacer es modificando la forma de cálculo del haber inicial. Necesitan bajar en un 20 por ciento esa tasa de sustitución que hoy es de entre el 57 y el 62 por ciento al 37 por ciento, con el objetivo de imponer, como en los 90´, un régimen de capitalización –esta vez de carácter optativo– lo que no puede lograr sin deteriorar el poder adquisitivo de los jubilados.

El plan de ajuste del sistema previsional que se inició con la ley de “Reparación Histórica”, y que continúa con la eliminación de la ley de movilidad jubilatoria, continuará con la disminución paulatina de la tasa de sustitución, para llegar al final del trayecto a la ansiada capitalización individual. Pero, para ello, es necesario “generar una crisis del sistema”. En eso está el gobierno y a eso se refieren las declaraciones del presidente Macri cuando dice que “las cuenta de la Anses no dan más”. Pero en esa crisis creada aun queda una joya: el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Este es el siguiente objetivo. 

Dicen que van a derogar los regímenes de privilegio. Pero lo que quieren derogar son los regímenes especiales, que son aquellos que por su naturaleza las personas se jubilan antes, ya que al realizar tareas insalubres, también se mueren antes. No van por las leyes que crean privilegios, sino por las personas que trabajan en condiciones inhumanas, como lo hizo Brasil en su reforma, para que no puedan, siquiera, llegar a jubilarse. Y van también por las cajas provinciales, para que sus beneficiarios, como efecto de la Ley de Reparación Histórica y del proyecto de ajuste previsional, verán mermados sus haberes de una manera bestial y, los trabajadores y trabajadoras no podrán acceder en el futuro a jubilaciones y pensiones con los mismos derechos que sus compañeros de trabajo. Igual camino seguirán los docentes nacionales en todos los niveles.

Todo eso por una zanahoria que les venden como el 82 por ciento móvil y que, en realidad, como dejamos de manifiesto, son 19 pesos para no más de 500.000 jubilados y pensionados del SIPA.

La pregunta es: ¿los diputados volverán a comparar gato por liebre?

* Abogado especialista en temas previsionales. Ex director del Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social y ex gerente de Normatización de Prestaciones y Servicios de la Anses.