La denuncia de la organización Taller Ecologista sobre contaminación ambiental del relleno sanitario en las afueras de Ricardone activó una fiscalización del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático provincial. Sin embargo, desde esa cartera afirmaron que hasta entonces las inspecciones de control sobre ese predio habían resultado acordes a la normativa, al menos desde que asumió la gestión Pullaro. "En los últimos dos años, el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia de Santa Fe realizó al menos cinco inspecciones en el relleno sanitario de Ricardone", expresaron desde el Ministerio. 

"En cuanto a los papeles de habilitación, el relleno sanitario tiene todo en regla. No significa que no puedan suceder cosas como la que denuncia Taller Ecologista. Por eso, a partir de esto que difundieron y es de público conocimiento, se está desarrollando una fiscalización para ver qué está sucediendo puntualmente allí. De ese monitoreo se podrá saber si corresponde alguna adecuación o tomar una medida puntual", explicó ayer un vocero ministerial ante la consulta de Rosario/12.

La ONG ambientalista repuso esta semana en la agenda local el problema de contaminación que ya antes puso en la mira al predio que gestiona la empresa Resicom, Ingeniería Ambiental. Así denunció que el relleno sanitario en las afueras de Ricardone continúa generando líquidos contaminantes que impregnan el suelo en los alrededores del predio.

La entidad reveló la semana pasada que una incursión de miembros de su organización estuvieron en el lugar y tomaron muestras de los líquidos en derredor del basural. El resultado del análisis, aseguraron, "reveló alta carga orgánica y presencia de cromo y níquel". "¿Cuánto más tiene que quedar a la vista para que se accione positivamente por el resguardo de la salud y el ambiente?", demandó la ONG y apuntó a la responsabilidad de la Municipalidad de Rosario y el Ministerio de Medio Ambiente de Santa Fe.

El planteo de Taller Ecologista pone en tela de juicio el proceso de deposición de residuos y su tratamiento en ese predio en las afueras de esa comuna sanlorencina.

Por cierto, no sólo Rosario envía sus residuos a Ricardone. También lo hace el resto del cordón industrial, desde San Lorenzo a Granadero Baigorria, también Roldán, y comunas de la región como Oliveros, Luis Palacios, y Álvarez, entre otras. 

Así, son más de una decena de municipios y comunas que deponen su basura en el predio de Resicom, y solo Rosario destina allí 300.000 toneladas al año.

La clientela también es privada: muchas cerealeras del polo aceitero depositan sus residuos allí: Terminal 6, Vicentin, YPF, Renova, Randon, Oil Combustibles Refinería, Petrobras Argentina, Noble SA, Cofco, etc.  

Los desechos generados por esa clientela producen líquidos que se denominan "lixiviados", y que deben ser extraídos y tratados de manera adecuada. "El tratamiento de esos líquidos no asegura que sean totalmente inocuos, pero en el caso de Ricardone lo que venimos viendo es peor, ya que en repetidas situaciones hemos encontrado este tipo de líquidos fluyendo por canales pluviales en los alrededores del predio", apuntó Mirko Moskat, referente de Taller Ecologista. Lo que preocupa es que esos efluentes acaban por desaguar en el canal Ibarlucea, de ahí al arroyo Ludueña, y por fin, al río Paraná. 

Las muestras recogidas por el Taller Ecologista arrojaron valores altos en cromo y níquel, según el Centro de Ingeniería Sanitaria. Eso llevó a denunciar que "se trata entonces de un lixiviado sin tratamiento", afirmaron desde la ONG. "El relleno sanitario no debería liberar lixiviados crudos, ya que corresponde que sean tratados dentro de la misma planta antes de su volcamiento”, subrayaron.

Este diario no consiguió consultar al ministro Estevez; en cambio una fuente del área aseguró que en lo que va de la gestión actual, no hubo causal de sanciones para Resicom y su gestión del negocio de basura. Con todo, quiso moderar la responsabilidad provincial, a pesar de los dardos de la ONG denunciante. "El terreno y el uso que se le da debe tener la habilitación de Provincia, que conserva la potestad de inspeccionar; pero la gestión deriva de la relación con los municipios que envían sus residuos allí", sostuvo el vocero.

"No significa que no haya errores, por eso el Ministerio dispuso esta fiscalización hoy (por ayer), para comprobar si esta denuncia es pertinente o no. Si lo es, se tomarán medidas de adecuación o lo que amerite la situación que se encuentre", indicó. Ayer discurrían en la cartera ambientalista en torno a la fecha del muestreo que divulgó Taller Ecologista, y la última auditoría que Provincia haya realizado sobre el relleno sanitario.

Desde el Ministerio aseguraron: "En febrero del corriente año se realizaron inspecciones. En las mismas, además una operatoria regular y la ejecución de obras para la ampliación del sistema de tratamiento de lixiviados, no se encontraron incumplimientos". Plantearon que "la gestión de residuos es una prioridad para el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático". 

Por su parte, Moskat recordó que en agosto de 2023 radicaron la primera denuncia sobre el relleno de Ricardone y el tratamiento de su lixiviado. "En esa constatación de la presencia de líquidos, el mismo día advertimos a las autoridades, que fueron a ver pero en ningún caso impusieron una sanción o multa. El mal manejo de los líquidos es tan sistemático, que inclusive hay una bomba de agua que pareciera que vierte agua para diluir y ayudar a fluir a estos líquidos contaminantes. Esto ha estado a la vista de cualquiera en todo este tiempo", sostiene la denuncia de la ONG.