Pablo Javkin hizo balance público ayer al exponer en el Galpón 11 del río lo que dio en llamar "rendición anual de cuentas", y la primera conclusión que reiteró fue el reclamo por la distribución de recursos que hace el Gobierno nacional, no el provincial. "Por cada 100 pesos que los rosarinos pagamos en impuestos, solo 5 pesos vuelven a la ciudad", reprochó. Por lo demás, se despegó de gestiones pasadas de sus socios del ex Frente Progresista porque consideró concluida una etapa de "déficit y endeudamiento", y abogó para que los municipios tengan voz y voto en la reforma impositiva por venir.

La presentación del intendente reunió a todo el funcionariado local en la nave situada junto al Monumento, en la ribera del río, frente a una pantalla gigante donde la proyección de un extenso power point apoyó el discurrir del único orador.

Entre los datos salientes que colmaron la mañana allí, Javkin informó que la contribución de la población y la economía rosarina por impuestos nacionales ascendió el año pasado a 1.974.560 millones de pesos. La contracara de esa tributación fue la coparticipación federal que le tocó a esta ciudad: 104.353 millones de pesos de regreso, el 5%. Al respecto, el jefe municipal picanteó con un ejemplo contrafáctico: "Si al menos devolvieran el 14%, se podría, por ejemplo, eliminar el Derecho de Registro e Inspección que hoy pagan miles de comerciantes", observó.

La tónica central del discurso estuvo enfocada en la desigualdad fiscal del AMBA con el interior. Dijo Javkin que mientras el conurbano bonaerense acredita la mayor parte de la recaudación fiscal de Nación, en el resto de las provincias se pagan tarifas que encubren, por ejemplo, un 33% del precio de combustibles por gravámenes no coparticipables que paga la población del interior pero que terminan subsidiando el transporte del AMBA y de Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

"Austeridad fue mi primer decreto al asumir, y por eso pudimos ahorrar, salir de una situación delicada al punto de endeudarse para pagar sueldos, o para hacer obras elementales como eliminar zanjas. Cuidar los recursos tiene que ver también con cuidar la planta de empleados municipales", agregó mientras en ese mismo momento el Sindicato de Trabajadores Municipales avanzaba en protesta callejera frente al Palacio de los Leones.

Con todo, el titular del Palacio de los Leones no se privó de resaltar méritos de su gestión iniciada en 2019. "Pudimos reducir la deuda municipal en 407%, estabilizar las cuentas y dejar de financiarnos con deuda para gastos corrientes", celebró. Y en contraste, consideró que "Rosario tiene el plan de obras más ambicioso de los últimos 50 años", mérito que atribuyó al ordenamiento contable que hizo antes. Le puso un número: 12 mil millones de pesos, aseguró, lo que llegaría a representar el año próximo un nivel de 11,9% del gasto destinado a ese área. La proporción más alta en medio siglo para el rubro de obra pública. Volvió a aparecer en la enumeración el plan de 300 obras que se propuso en esta segunda etapa de gobierno local.

En efecto, datos duros de la Secretaría de Economía señalan que el déficit financiero de la Municipalidad de Rosario pasó de saldo negativo a un superávit de 27.723 millones de pesos en el año 2024. Esa recuperación, al decir de Javkin, permitió hacer pavimento definitivo en 277 cuadras, renovar un tercio de la cantidad de contenedores de residuos, dotar al 70% del parque de luminarias con luces LED, y encarar la compra de 130 colectivos nuevos para renovar y ampliar la flota del transporte público de pasajeros.

Javkin aprovechó el momento para reclamar la hora de pensar una reforma impositiva nacional. "Es preciso debatir cómo se reparten los impuestos en Argentina, y cómo se distribuyen luego esos recursos, porque hasta ahora es preocupante la concentración alrededor de Ciudad de Buenos Aires", apretó.

Y fue su turno a la hora de replicar los servicios que afronta el municipio de Rosario con recursos propios. En esa lista comentó el costo de tratamientos oncológicos brindados por la salud pública municipal, el de los medicamentos para HIV y diabetes, y el mantenimiento vial en Circunvalación, pese a que es una avenida de orden nacional.

En esa eventual reforma fiscal, Javkin sacó a relucir propuestas. Propuso coparticipar el Impuesto al Cheque, por el que Casa Rosada recaudó $9,4 billones el año pasado y no distribuyó nada a provincias. Asimismo, planteó que el Impuesto a los Combustibles sea suprimido o, de lo contrario, coparticipado. Para Rosario –aventuró– podría equivaler a 5.000 millones de pesos anuales extra. Por esa carencia, el año pasado Javkin impuso lo que llamó "tasa de mantenimiento vial", aplicado a los combustibles en la ciudad.

Por último, sugirió la pertinencia de restituir el fondo sojero que Mauricio Macri eliminó en 2018, y compensar a los municipios por el pago de IVA, que en Rosario ascendió a más de 50 mil millones de pesos el año pasado.