Un taxi boy fue condenado a prisión perpetua por haber estrangulado en 2001 a un cliente que lo llevó a su departamento en el barrio porteño de Balvanera, donde se hallaron las huellas dactilares y el ADN que permitieron esclarecer el caso 15 años más tarde. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de la Capital condenó a Néstor Gabriel Chaves, de 43 años, por el “homicidio agravado criminis causa” de Osvaldo Vicente Ciarallo, de 52. Chaves recién fue detenido en 2016 en un operativo antidrogas y, al ser fichado, se detectó que tenía pedido de captura por el homicidio de Ciarallo. Tras este juicio, Chaves enfrentará otro por el asesinato de su propio suegro cometido en 2006 en la localidad bonaerense de Remedios de Escalada.