Once mil puestos de trabajo peligran en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, lo que equivale al 35 por ciento del PBI provincial, a raíz de la apertura de importaciones de celulares y la baja de aranceles anunciada días atrás por el gobierno nacional.
Así lo explicó el delegado de una de las bases metalúrgicas de la región, Pablo Ibáñez, en la 750: "Es el ataque más grave y más severo que hemos sufrido los fueguinos y la industria fueguina en los últimos 30 años", aseguró el trabajador metalúrgico.
Ibáñez calificó la medida como una "entrega directa de la soberanía" dado que las industrias caracterizadas peyorativamente como "ensambladoras" son estratégicas para la región, una región que por sus condiciones climáticas requiere, para poblarse, de puestos de trabajo calificados que puedan sostener el alto costo de vida: la canasta básica asciende a los 2.200.000 pesos.
"Hay que erradicar la idea de que son simplemente ensambladoras, es una estrategia y una campaña de desaliento", cuestionó el dirigente sindical. "Nosotros desarrollamos el segmento como en toda industria global que está concentrado en su mayoría en el ensamble final, pero que no es cualquier ensamble, nosotros incertamos desde el componente en una placa, hasta los caños soldados que vienen en un rollo y que se convierten en el circuito de refrigeración de un aire acondicionado. Somos auditados por las principales marcas, tecnificados, con inversiones en infraestructura", detalló.
Ya durante el gobierno de Mauricio Macri, la apertura arancelaria barrió con parte de la producción de notebooks en el sur y afectó puestos de trabajo. Fue con el decreto 117/2017 que el expresidente bajó a cero los impuestos para importar productos electrónicos bajo la promesa de bajar precios. "Esos aranceles hacían que todos los argentinos tuvieran que pagar por esos bienes precios abusivos en comparación con lo que se pagaba en otros países de la región por equipos similares o superiores", dijo Macri en su momento.
"Yo soy nacido y criado acá, tengo toda mi inversión acá, ¿a dónde me voy a ir? ¿A hacer qué? Es lo drástico y lo triste de todo este tipo de políticas que ya en los años '90 vivímos con Carlos Menem, llegamos a ser 700 trabajadores metalúrgicos y las casas se las entregaban por un televisor, por una videocasetera", recordó el metalúrgico.
De Tierra del Fuego a tierra de nadie
Pero además, la condición de estratégica responde también a que Tierra del Fuego, el centro geográfico del país, es la provincia depositaria de la mayor cantidad de reserva de agua dulce del mundo, el 20 por ciento del gas que consume el país, petróleo y su característica de territorio bioceánico que conecta al oceáno Atlántico con el Pacífico por dos pasos naturales "mucho más concurridos y eficientes que el canal de Panamá", lugar al que recientemente Trump envió tropas y que deja claro cada vez que puede su interés por controlar el área. "Esta discusión se pone sobre la mesa cuando el gobierno nacional además anuncia que se instalará en la región una base conjunta con Estados Unidos y donde todavía está la usurpación de Malvinas a manos de la superpotencia colonial de Gran Bretaña", advirtió Ibáñez en En el ojo de la tormenta.
Aunque no se conoce el texto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el dirigente sindical aseguró que la medida está en "consonancia directa" con las directivas del prestamista internacional, que ya había mencionado el régimen de Tierra del Fuego en una comunicación oficial del pasado 15 de abril titulada "Argentina: solicitud de un acuerdo extendido en el marco del mecanismo ampliado del fondo", donde asegura que "contribuye a la desigualdad".
"También tenemos un fondo de ampliación de la matriz productiva que tiene 200 millones de dólares aportados por las empresas que el gobierno nacional no lo ha utilizado, no ha diversificado", reveló, por último, Ibáñez.
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