Tras 15 meses consecutivos con los números en rojo, el consumo masivo frenó la caída en abril, de manera dispar, pero quedó muy lejos de una recuperación. Un informe de la consultora Scentia al que accedió Página I12 mostró en abril un alza de 0,1 por ciento en el gasto de los hogares en supermercados y comercios barriales de todo el país. Así las cosas, en el año la caída ya es de 6,5 por ciento. 

Esa cifra del freno a la caída en el gasto de los hogares tiene varias particularidades: la primera, que la base de comparación es muy mala. En abril del 2024, el consumo masivo había caída 13,8 por ciento, es decir, le queda aún mucho trecho para dar señales concretas de recuperación. 

La segunda, que el comportamiento es muy dispar. Hubo un crecimiento del consumo en los barrios y una performance muy mala en las grandes superficies comerciales. El dato es curioso, porque en los hipermercados es dónde más promociones y descuentos hay. Una primera lectura es que cada vez hay más microcompras y menos compras grandes. 

Los números muestran que, en abril y contra abril del año pasado, las ventasen comercios barriales crecieron 3,1 por ciento; mientras que en los hipermercados cayeron 2,9 por ciento. En el AMBA, además, la caída de ventas en los hiper fue mayor, bajando el 4,5 por ciento. Lo particular es que, también en esa región, se dio la mayor cantidad de crecimiento en la venta barrial, con una suba del 6,7 por ciento. 

Qué cayó y qué subió

De los 8 rubros que se venden en los super, tres cayeron en ventas y el resto tuvieron subas, en general, muy bajas. Lo que más cayó fue el rubro Bebidas, uno de los más golpeados por la recesión que generó el gobierno de Javier Milei. 

Así las cosas, las Bebidas con Alcoholm cayeron 9,3 por ciento; mientras que las sin alcohol bajaron 8,5 por ciento. La otra baja, del 1,5 por ciento, fue en Higiene y Cosmética. Entre las alzas se destacaron Impulsivos, las golosinas que se compran en el camino a las cajas de pago, con un alza de 8,9 por ciento; y Alimentación y Perecederos, con un alza de 4 por ciento y 5,7 por ciento. 

Por canales

Cuando se mira por canales, la venta de bebidas en los supermercados caen entre 16 y 18 por ciento, cifras de catástrofe. Y hasta caen las ventas de Alimentación, un 0,5 por ciento. 

En la otra esquina, en los barrios, sacando Bebidas sin alcohol, que cayó algo más de 5 por ciento, el resto de los rubros expresaron ventas en ascenso. Alimentación creció 8,2 por ciento, Perecederos un 5,3 por ciento, e Impulsivos un 5 por ciento. El diagnóstico de los comercios y del sector es que la malaria volcó a los compradores y familias a hacer microcompras sólo de los necesario, evitando la compra mensual grande, que hoy se lleva buena parte del gasto de los hogares. 

La teoría de los retailers es que la suba de costos fijos de las familias, desde alquiler hasta tarifas, colegios y prepagas sigue afectando, además, las compras en volúmen. Resta saber, ahora, cómo se comportará el consumo en mayo, un mes en el que ya los sueldos de los trabajadores están fuertemente resentidos por la idea oficial de mantener las paritarias por debajo de los niveles de inflación.