En el marco de las presentaciones de programación para el año próximo de los teatros públicos, que vienen teniendo lugar en las últimas semanas, el miércoles fue el turno de Alejandro Tantanian de presentar la del teatro que dirige: el Nacional Cervantes. En un día especial por el anuncio de los cambios en el ministerio de cultura porteño, el director artístico del único teatro nacional estuvo acompañado por el Ministro de cultura de la Nación, Pablo Avelluto, y por su equipo de asesores, junto a quienes presentó los espectáculos que se verán en el teatro en 2018 y también un balance de gestión de su primer año al frente de la institución. Entre los estrenos que anunció, a priori de destaca uno por su significado político: será en septiembre, en la Sala María Guerrero, y él mismo será el director. 

“El trabajo de este año superó cualquier expectativa. Entramos con muchas ganas de hacer cosas, con una idea de trabajo muy concreta, con una identidad muy buscada, pero no esperábamos que la respuesta del público fuera tan masiva. Superamos los 160 mil espectadores pero más allá de los números, lo que pasó fue que pudimos empezar a conocer al público, algo que nos parece muy importante”, cuenta a PáginaI12 Tantanian, que con su llegada al Cervantes debutó también en la función pública.

Para el año próximo, según contó, su idea es continuar con las líneas sobre las que viene trabajando, que tiene que ver fundamentalmente con darle al público teatral un lugar de pertenencia. “Mi modelo es el del Teatro San Martín de los ochenta, que era un espacio al que querías pertenecer para poder participar de la discusión que daba, aun si no estabas de acuerdo. Eso se perdió, pero yo lo quiero recuperar en el Cervantes, que sea un espacio para decir lo propio”, explica. “Ha habido muchas gestiones que pensaron a este lugar como un templo, como un lugar donde se debe dar una santa misa. En realidad es un teatro que está en una ciudad y tenemos que empezar a tomarlo como tal. Tenemos que empezar a hacer los clásicos del futuro, porque si siempre estamos haciendo El conventillo de la paloma, ¿cómo vamos a tener tiempo para hacer las obras que en un futuro van a ser las próximas El conventillo de la paloma?”, señala.

En rigor, la programación que presentó el miércoles se condice con esa línea argumental, ya que consta fundamentalmente de textos contemporáneos y experimentales, al mando de directores y directoras (¡el año próximo habrá un poco más de mujeres!) que con sus trabajos piensan la escena actual. Los estrenos arrancarán en mayo (antes habrá reposiciones) con Tiestes y Atreo, una versión de Emilio García Wehbi de Tiestes de Séneca; En lo alto para siempre, de y por las jóvenes Camila Fabbri y Eugenia Pérez Tomas; y El hombre que perdió su sombra, una versión libre y coreográfica para niños de La maravillosa historia (de Peter Schlemihl de Adalbert von Chamisso) y La sombra (de Hans Christian Andersen), dirigida por Eleonora Comelli y Johanna Wilhelm. Luego, en junio estrenará un espectáculo Beatriz Catani, en agosto Mariano Tenconi Blanco (presentará la obra que resultó ganadora del primer premio del Concurso Nacional de Obras de Teatro del Instituto Nacional del Teatro), en septiembre Laura Yusem dirigirá un texto de Jonathan Littell y en octubre Oski Guzmán uno de Alejandro Acobino. 

El espectáculo que dirigirá el director artístico se llamará tentativamente Teresa y tendrá el protagónico de Marilú Marini. Será un material armado con textos de Pedro Calderón de la Barca, Santiago Loza, Hugo Mujica, Santa Teresa de Ávila y otros autores, también a definir. “Considero que es bueno que un director artístico pueda aportar al teatro que dirige un trabajo hecho de su propio seno. Por supuesto será una tarea no remunerada, porque el tiempo que le dedique al ensayo será tiempo que le esté restando a la oficina. Pero voy a hacer mi trabajo como lo he hecho siempre”, dice Tantanian, a quien se lo escucha consciente de las opiniones divergentes que puedan aparecer por su decisión de ocupar esa doble función.  

Como todos los años, además de los espectáculos en el teatro de Córdoba y Libertad, el Cervantes producirá espectáculos en las provincias, en carácter de su función federal. Habrá estrenos en Santa Fe, Catamarca, Córdoba y Mendoza, además de todos los espectáculos que se manden de gira.