Para controlar la inflación, al menos en cuanto a tarifas de servicios públicos, nada como unas elecciones por delante. En Rosario, el intendente Pablo Javkin reiteró ayer que no aumentará el boleto de colectivos por ahora, y supeditó esa decisión a terminar de incorporar todas las unidades que la Municipalidad compró para renovar la flota del transporte urbano de pasajeros (TUP). Y eso que otros municipios ya retocaron esa tarifa.

"En algún momento vamos a adecuar la tarifa en relación con la inflación. las cosas van variando en Argentina, pero ahora la prioridad es cumplir con la renovación de la flota. Seguimos con la misma tarifa desde octubre, hablamos de valores que nos permiten esperar ocho o nueve meses, y eso nos permitió además recuperar pasajeros y canalizar la inversión", pospuso el jefe municipal en rueda de prensa desde el barrio Tío Rolo, luego de hacer visible la incorporación de 12 ómnibus 0 kilómetro para la línea 131 y 132.

Entonces el boleto seguirá por ahora a $1.200, como hace siete meses.

El Ejecutivo, según la potestad que le confirió el Concejo, puede tocar la tarifa cada dos meses. Sin hacer uso de su potestad en mayo, la próxima ocasión del intendente para actualizar el precio del boleto será en julio, cuando ya haya pasado la elección del 29 de junio, de concejales donde juega su carta y el interés de mantener bajo control el parlamento local.

"Nosotros estamos ahora en una inversión de compra de coches. Cuando completemos la adquisición de las unidades cero kilómetro veremos la evolución. En octubre fijamos la tarifa en ese objetivo", había anticipado Javkin semanas atrás sobre su decisión de no hacer olas que perturben el humor del electorado.

La excusa son los 130 coches nuevos para diversas líneas del sistema. En marzo se incorporaron 44 unidades a las líneas 107, 112 y K. Y seguirán con otras como 110, 134/135, 142 y la 131/132 que recibió su cuota de 0 km ayer. Hasta el verano pasado, los coches disponibles en todo el sistema eran 690, según la Municipalidad. El Observatorio Social del Transporte sostiene que eran y son menos de 600.

"Cuando un coche tiene 10 años o 12 años, como tenían en promedio estas flotas, normalmente hay uno o dos que están fuera de servicio por reparación, y eso es lo que afecta a la hora pico", alegó Javkin durante la presentación de las unidades. "Al ser todos 0 kilómetro –prosiguió– lo que uno tiene es disponibilidad de refuerzos, que es lo que hay que poner en hora pico. Renovar todas las unidades de una flota, en este caso la 132, más la 131, es importante porque parte del recorrido lo hacen en común, le damos una alternativa en hora pico a los vecinos de rápida frecuencia, que es lo que queremos".

Hay otra razón en mente de Javkin para postergar el aumento, y es la necesidad de no sumar más frentes de tormenta. La semana pasada trepó la tensión con el Sindicato de Trabajadores Municipales, que lo llevó a denunciar a la conducción gremial y a resolver aplicar el aumento salarial ofrecido por decreto si no lograba reconducir el diálogo paritario. "Estamos también en la discusión paritaria, que viene encaminada y que esperamos concluir rápido. Después de eso, veremos. Una vez que terminemos la inversión, lo veremos", dijo el intendente. 

Mientras tanto, la Municipalidad de Santa Fe –que solía acordar con Rosario y Córdoba un retoque simultáneo del precio del boleto– ya activó por su cuenta. La ciudad capital salió del acuerdo y aumentó en el verano 20% de un solo golpe: llevó la tarifa de 1.200 a 1.440 pesos y ahí continúa. Córdoba todavía aguanta en $1.200 el boleto, aunque su estudio de costos le sugiere un valor de $2.361.

Aquí Javkin todavía se resiste a tocar esa tarifa, a pesar de que el Ente de la Movilidad de Rosario ya difundió su estudio de costos actualizados sobre el TUP. Al mes de abril, el costo real del pasaje asciende a $1.562,35, un 30% más que el precio de 1.200 pesos que se mantiene desde octubre pasado. Antes de eso, el boleto había aumentado en junio de 2024 a 940 pesos. Y cuando apenas tres meses después Javkin lo ajustó a 1.200 el impacto levantó polvareda. Pero no era año electoral.

La decisión política, por ahora, del Ejecutivo municipal es aguantar el déficit aunque la brecha se le escape.

Con otra perspectiva, las conclusiones del Observatorio Social del Transporte contradicen la lectura oficial. Su último informe concluyó en que el sistema opera hoy con unos 28.000 pasajeros menos por día que hace un año atrás. Y el boleto resulta caro respecto del ingreso promedio, en comparación con años anteriores. Según el OST hoy un salario mínimo vital y móvil equivale a 226 boletos en esta tarifa de $1.200. En 2011, por ejemplo, el SMVM alcanzaba para 1.000 pasajes de colectivo.