El mapa de Venezuela se tiñó de rojo tras las elecciones regionales del domingo, en las que el chavismo resultó victorioso en 23 de las 24 gobernaciones, mientras que la oposición celebró su estrategia abstencionista que derivó en una participación del 42 por ciento de los electores. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), liderado por el presidente Nicolás Maduro, consolidó su dominio a nivel regional, lo que le permite proyectarse a mantener una mayoría absoluta en el Parlamento por los próximos cinco años.