Diez de los 45 detenidos ayer durante la cacería que protagonizaron la Gendarmería y la Policía Federal horas después de que se hubiera levantado la sesión de Diputados por la reforma previsional fueron liberados esta tarde en la Unidad de Investigaciones Especiales de Gendarmería. Los liberados, entre ellos Damiana Barcellos, no tenían antecedentes penales y fueron detenidos violentamente por los gendarmes sin motivos, cuando la mayoría volvía a sus casas o estaban trabajando. Otros cuatro detenidos en la unidad de Gendarmería quedaron a la espera de que se les tome indagatoria. Respecto de los otros 31 detenidos —que permanecen en las comisarías comunales 12 y 15 y en la comisaría 4—  a "algunos se les está tomando indagatoria y a otros los liberarán en las próximas horas", indicó Ismael Jalil, abogado de la Correpi a PáginaI12

"Me agarraron. Me golpearon. Me tiraron contra una camioneta. Me manosearon. Yo estaba a cuatro cuadras de mi casa. Salí de laburar y estaba volviendo a mi casa, loco. No tenía nada que ver. Yo no hice nada, nadie hizo nada", sollozó Damiana Barcellos, la joven estudiante de 25 años, cuyo caso se viralizó por las redes debido al video en el que se observa cómo la Gendarmería la captura al voleo y la lleva detenida. 

Este mediodía, la joven estudiante de la Universidad Nacional de las Artes y los otros 13 detenidos fueron visitados por la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que reclamó por la liberación de los jóvenes, a cargo del juez federal Claudio Bonadio. "Agradezco a todo el mundo que se movilizó. No soy yo sola estamos un montón acá adentro, quiero ir a mi casa", suspiró Damiana tras estar casi 24 horas detenida. 

Hebe de Bonafini con Damiana Barcellos, todavía detenida

Todos los detenidos tienen cargos por “intimidación pública” y “resistencia a la autoridad”, a pesar de que denuncian abusos y tienen en sus cuerpos marcas del abuso de las fuerzas de seguridad: desde golpes hasta balas de goma. Lesiones de la cacería ordenada por el Ministerio de Seguridad, que mantiene  a uno de los detenidos internado en un hospital porteño. 

Más allá de la carátula están las historias. Facundo estuvo entre el grupo de los diez liberados y contó, en diálogo con C5N, que volvía a su casa junto a su novia, cuando la Gendarmería lo tumbó por la espalda en Callao y Mitre. "Nos habíamos detenido a asistir a un muchacho al que los gendarmes le habían arrojado gas pimienta", recordó.

El joven tenía dos golpes en el rostro morado. Uno de los golpes se lo provocaron al caer de cara contra el piso, cuando lo tiraron entre 5 gendarmes. "Me ponen la rodilla contra la espalda y me aprietan contra el piso, les tuve que pedir que me suelten porque me estaba ahogando. Ahí me pegan una piña en la cara y otra en el abdomen". La segunda marca fue producto de un rodillazo. "Me esposaron, me metieron en un móvil y aparece un muchacho con una cámara, que me dice que diga el nombre. En ese momento, los gendarmes me bajan la cabeza y me pegan un rodillazo".

Facundo salió de la unidad especial de Gendarmería junto a su novia, quien también había sido detenida, y ambos deberán ir a dar declaración indagatoria los próximos 26 y 28 de diciembre. "No participamos de la marcha, pero si lo hubiésemos hecho nada justifica este accionar de las fuerzas", denunció y agradeció "a todos los que se movilizaron y a Correpi".  

Un caso similar fue el de Jorge, quien denunció que estaba trabajado en el reparto de gaseosas, cuando los gendarmes lo levantaron también en la intersección de Callao y Mitre. "Les dije que estaba trabajando, pero me empezaron a pegar y nunca me dijeron por qué me detenían. Me dijeron que los estaba insultando", lamentó Jorge.

Los detenidos durante los operativos de ayer en los alrededores del Congreso fueron 41. Pero la Policía Federal arrestó esta madrugada a cuatro personas que mantenían una vigilia frente a la Comisaría 4º, donde se encuentran algunos de los apresados. Los detenidos durante los operativos de ayer en los alrededores del Congreso fueron 41, pero la Policía Federal arrestó esta madrugada a cuatro personas que mantenían una vigilia frente a la Comisaría 4º, donde se encuentran algunos de los apresados.

Los cargos con los que fueron apresados son “intimidación pública” y “resistencia a la autoridad”. Se trata de dos figuras del Código Penal que abren la puerta a la intervención de la Justicia federal, que es el fuero con criterios más afines al gobierno de Cambiemos. “Son cargos con una gravedad que justifica que se los mantenga detenidos y fortalezcan el amedrentamiento y el aleccionamiento que el Gobierno busca” contra los que se expresan en la calle contra sus políticas, explicó esta mañana a PáginaI12 la abogada de Correpi, María del Carmén Verdú.