En mayo de 2025, Eduardo Leite, actual gobernador de Rio Grande do Sul, oficializó su precandidatura a la presidencia de Brasil para las elecciones de 2026. De resultar electo, se convertiría en el primer presidente abiertamente gay del país. Sin embargo, su historial político y ciertas declaraciones han generado escepticismo dentro de la comunidad LGBTIQ+.

Leite, de 40 años, inició su carrera política como alcalde de Pelotas entre 2013 y 2017 y, desde 2019, ocupa el cargo de gobernador de Rio Grande do Sul. En 2021, durante una entrevista en TV Globo, habló públicamente su orientación sexual, declarando: "Soy un gobernador gay, no un gay gobernador". Además comparó su situación con la de Barack Obama al referirse a su identidad racial. “Fue un presidente negro no un negro presidente”. Esta declaración fue recibida con críticas por parte de activistas LGBTIQ+, quienes consideraron que minimizaba la importancia la identidad en la política.

En las elecciones de 2018, Leite apoyó a Jair Bolsonaro en la segunda vuelta, argumentando que el retorno del PT al poder sería perjudicial para el país. Aunque posteriormente expresó arrepentimiento por su voto, afirmando que subestimó la capacidad de Bolsonaro para hacer daño, su apoyo inicial ha sido motivo de desconfianza entre sectores progresistas. En 2025, Leite abandonó el PSDB, partido con el que había construido su carrera política, para unirse al PSD. Este cambio fue interpretado como un intento de distanciarse de la polarización entre el bolsonarismo y el lulismo, posicionándose como una alternativa de centro —derecha—.

A pesar de ser una figura política abiertamente gay, Leite ha sido criticado por no defender activamente los derechos de la comunidad LGBTIQ+. El exdiputado Jean Wyllys, por ejemplo, cuestionó su falta de posicionamiento en temas relevantes para la comunidad y su apoyo previo a Bolsonaro. La precandidatura de Leite representa un hito en la política brasileña, pero también plantea interrogantes que son, incluso, las troncales en el pensamiento queer y transfeminista: ¿Es suficiente ser de una minioría para representar sus intereses? ¿Toda una minoría tiene los mismos intereses? La respuesta, aún está en construcción, emerge en casos como este.

En esta línea, el exdiputado federal Jean Wyllys expresó: "Este tipo tuvo muchas oportunidades de defender a la comunidad LGBT y no lo hizo. Fue bolsonarista hasta ayer y probablemente todavía lo sea, porque en ningún momento ha retractado su apoyo a Bolsonaro" . Jean Wyllys había criticado por redes en 2023 a Leites por tener “homofobi inernalizada” y este lo denunció ante la justicia por injurias e hizo que bajen su posteo.

Otros activistas también expresaron su escepticismo. Márcia Leão, del Foro de ONG/Aids de Rio Grande do Sul, afirmó: "Admiro al gobernador por su declaración, pero sigo en desacuerdo con su gestión y elecciones políticas" . Asimismo, el activista Beto de Jesus cuestionó: "Eduardo Leite se declaró gay. ¿Qué cambia con eso? Nada. Ser gay o ser heterosexual no hace a nadie mejor o peor. Una cosa que no olvido es que apoyó a Jair Bolsonaro en 2018" .

También Toni Reis, presidente de la Alianza Nacional LGBTI+, señaló la importancia de acciones concretas en favor de los derechos humanos y cuestionó: "¿Cuáles fueron las acciones del gobernador en relación a los derechos humanos, en especial, de las personas negras, de las personas con discapacidad, de los quilombolas, de las mujeres y de la comunidad LGBTQIA+?" .

Leite ha defendido su posición afirmando que su orientación sexual no lo obliga a ser activista y que su compromiso es con una política de respeto y tolerancia. Sin embargo, la comunidad LGBTQ+ continúa evaluando sus acciones y políticas en función de su impacto real en la promoción de los derechos y la igualdad.

Eduardo Leites y Jair Bolsonaro

Durante los primeros años de su carrera política, Eduardo Leite evitó hablar públicamente de su orientación sexual hasta 2021. Este gesto fue celebrado por sectores LGBTI+ como un hito en la política brasileña, pero al mismo tiempo marcó un antes y un después en su relación con el entonces presidente Jair Bolsonaro, conocido por sus declaraciones abiertamente homofóbicas. La afinidad inicial que pareció reforzarse cuando, ya como gobernador de Rio Grande do Sul, mantuvo una relación cordial con el presidente, pese a pertenecer a otro partido, con el paso del tiempo las tensiones comenzaron a aflorar.

En una entrevista con Estadão, Leite reconoció: “Cometí errores, uno de ellos fue haber callado en algunos momentos en los que debería haberme posicionado”.

El propio Leite reconoció en varias entrevistas que, tras hacer pública su orientación, se intensificaron los ataques por parte de los seguidores bolsonaristas y del entorno presidencial. Bolsonaro no tardó en hacer comentarios que alimentaron la hostilidad. En una transmisión en vivo, el expresidente ironizó sobre la sexualidad de Leite diciendo que “sólo salió del clóset para ganar votos”. El gobernador respondió con dureza: “Él no me atacó a mí, atacó a todos los jóvenes que luchan con miedo a asumir lo que son, atacó a las familias que sufren con prejuicios”.

En otro momento, Leite denunció que el discurso bolsonarista “no es sólo conservador, es cruel”. El distanciamiento entre ambos se volvió irreconciliable, especialmente durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2022, cuando Leite, pese a pertenecer a un partido históricamente opositor al PT, eligió mantenerse neutral y no apoyar a Bolsonaro, dejando claro que “no hay lugar para el odio en la política brasileña”.

Gestión económica, el caballito de batalla de Leites

El gobernador de Rio Grande do Sul desde 2019 ha sido reconocido por su gestión económica, destacándose por reducir el déficit fiscal del estado y promover grandes inversiones. Entre sus iniciativas más notables se encuentra el programa "Avançar", lanzado en 2021, que destinó 6.500 millones de reales (aproximadamente US$ 1.200 millones) a proyectos destinados a acelerar el crecimiento económico y mejorar la calidad de los servicios públicos. Además, su administración ha liderado una agenda de privatizaciones y concesiones, resultando en inversiones de 45 mil millones de reales (unos US$ 8.819 millones) en el estado en un período de 30 años.

En junio de 2021, Leite anunció una inversión significativa de la empresa chilena CMPC, que contempla la construcción de un complejo forestal por US$ 4.570 millones en Rio Grande do Sul. Este proyecto incluye mejoras en la infraestructura vial y portuaria del estado, como la duplicación de 376 kilómetros de ruta y la instalación de una nueva terminal en el Puerto de Río Grande, lo que contribuirá a la expansión del uso de la hidrovía en la región.