El Gobierno decidió que el operativo de seguridad para la sesión del próximo lunes en la Cámara de Diputados en la que intentará aprobar la cuestionada reforma previsional esté a cargo de la Policía de la Ciudad y que no participe la Gendarmería. Los gendarmes reprimieron en forma brutal a quienes el jueves fueron a protestar contra el ajuste a las jubilaciones y golpearon y le arrojaron gas pimienta incluso a diputados opositores. La Casa Rosada no quiere que esas imágenes se repitan en los medios y por eso desplazó a la Gendarmería de la escena.