La conducción tripartita de la Confederación General del Trabajo (CGT) consideró ayer por la tarde que no había margen para demorar la aplicación de una medida de fuerza a partir de la decisión del gobierno nacional de insistir con la sanción del proyecto de reforma previsional. En ese contexto los triunviros resolvieron convocar a un paro general a partir del mediodía del lunes y que tendrá una extensión de 12 horas. Unas horas antes, el Consejo Directivo se reunirá para ratificar formalmente la decisión, que comenzará a ponerse en práctica al mismo tiempo que la movilización convocada hacia el Congreso. Un grupo de casi 40 sindicatos coordinaron marchar juntos, entre los que se encuentran los que militan dentro de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), un par de gremios del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) y los que forman parte de la conducción de la CGT como la Unión Obrera Metalúrgica, la Unión Docentes Argentinos (UDA), Canillitas y Encargados de Edificios (Suterh).

A las 19 de ayer llegó a la redacción de PáginaI12 un escueto mensaje por Whatsapp que envió uno de los miembros del Consejo de la central obrera: “Lunes 9 hs el Consejo Directivo de CGT se reúne en la sede de Azopardo con el fin de anunciar un paro de 24 horas desde el mediodía en protesta por el tratamiento de la ley de Reforma Previsional”. Una hora y media más tarde, por la misma vía, aclaró que la huelga se realizará “en caso de que el Poder Ejecutivo mantenga su decisión de tratar el proyecto”. De no mediar algún giro sorpresivo por parte del Gobierno, será el segundo paro general de la era Macri.

Desde el pasado miércoles la conducción cegetista se encuentra en lo que denominaron “sesión permamente”. El objetivo es poder tomar decisiones con mayor velocidad fruto de lo cambiante de la realidad política. Así, durante la jornada del sábado los triunviros mantuvieron contacto telefónico entre ellos y con otros dirigentes. Todos concluyeron que la única alternativa para frenar lo que parece irreversible, esto es la sesión en Diputados convocada para las 14, es con un paro general. En rigor, el paro ya estaba aprobado por el Consejo Directivo reunido el miércoles pasado. En esa oportunidad habían decidido marchar el jueves y, en caso de que se sancionara la norma, llamar a una huelga de 24 horas para el viernes. Todo cambió por el fracaso de la sesión, que estuvo acompañada por una feroz represión en las inmediaciones del Congreso Nacional.

El titular de la UOM, Francisco “Barba” Gutiérrez, es uno de los que se había movilizado el jueves junto a su columna metalúrgica. Sufrió los gases lacrimógenos acompañado por el histórico líder de ese gremio, Antonio Caló. Para este lunes ya coordinó volver a marchar con los titulares de otros gremios como el UDA (docentes) de Sergio Romero, Omar Plaini de Canillitas, Víctor Santa María de Encargados de Edificios, Raúl Quiñones (Tabaco) y Juan Antonio Palacio de AATRAC (Comunicaciones). Estos dos últimos son miembros de lo que se conoce como Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), cuyo principal referente es Omar Viviani (taxistas). También se sumarán a esa columna sindical la treintena de gremios que militan dentro de la Corriente Federal de Trabajadores, que tiene como principal figura a Sergio Palazzo de La Bancaria. Estarán acompañados por una docena de organizaciones sociales entre las que se destacan la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa. El que también confirmó su participación es Daniel Catalano de ATE Capital. Las dos CTA de Hugo Yasky y Pablo Micheli también estarán presentes como lo hicieron el jueves pasado.

En el mundo sindical hay una frase que se recuerda de cuando en cuando y que pertenece al dirigente metalúrgico Lorenzo Miguel: “Tu estrategia solo la consultas con tu almohada, ni siquiera con tu mujer”. Es más que probable que eso estuvo ocurriendo en estas últimas 24 horas cuando los triunviros Héctor Daer y Juan Carlos Schmid apagaron sus teléfonos. Salvo, claro está, Carlos Acuña (ver nota aparte) quien adelantó la definición de la CGT, que sorprendió a extraños pero también a propios.

En rigor, la conducción cegetista no tenía mucho margen para evitar el paro. Sin embargo, en su seno hay algunos dirigentes que forman parte tanto del Consejo Directivo como de la mesa chica que no comparten la idea de una medida de acción directa. Representan a gremios importantes en tamaño. No son todos pero sí varios que tienen su peso dentro de la central obrera. Allí aparecen gordos e independientes pero también hay otros dirigentes, con su cuota de poder, que sostienen que el paro debe realizarse y “es una obligación” de la CGT el protagonizar la resistencia a las leyes de ajuste que impone el gobierno central. Uno de los que participó de la anterior marcha señaló que si no se comprometen con la medida de fuerza les queda la opción Casildo Herrera, aquel dirigente textil que conducía la CGT pero que el día previo al golpe de 1976 viajó a Uruguay para no volver y acuñó la frase: “Yo me borré”.

Anoche continuaban los llamados. Algunos están molestos por el blanqueo de la decisión por parte de Acuña al que le endilgan haber actuado por órdenes de su jefe político, el gastronómico Luis Barrionuevo. Ahora lo que resta definir bien es la extensión del paro. Por el momento prevalece el de 12 horas pero algunos consideran que debe tener una extensión de 24 horas que lo llevaría hasta el mediodía del martes. Eso se definirá, esperan en el triunvirato, antes de la reunión del Consejo Directivo.