Ni Rosario ni la provincia de Santa Fe se sustraen al fenómeno global de la baja de natalidad que se acentúa años tras año. Una tendencia de constante descenso que, al consultar autoridades abocadas al tema, se tiene un pronóstico singular: por primera vez en la historia este año podría cerrar con mayor cantidad de defunciones que de nacimientos.
Datos provistos por el Registro Civil provincial indican que en 2017 hubo en la ciudad 23.631 nacimientos; luego, 23.697 en 2018; 22 072 en 2019; 18.314 en 2020 –el peor año de la pandemia–; 20.543 en 2021; 18.425 en 2022; 17.757 en 2023; y 16.322 en 2024. Y para el 10 de junio pasado, el 2025 registraba ya 7.075 nacimientos, con lo que hace suponer que este año la suma vuelva a ser inferior al año pasado.
Datos estadísticos abiertos de la Municipalidad de Rosario confirman que la tasa de natalidad se muestra en baja. Del pico de 17,7 nacimientos cada mil habitantes registrado en 2014, el índice cayó a un 10,6 en 2020, y contando.
"La tendencia es constante a la baja, sobre todo en los últimos diez años que se pronunció mucho más. Un fenómeno que se concentra en los centros urbanos sobre todos. Como consecuencia de esa caída es muy probable que la cantidad de nacimientos este año sea inferior a la cantidad de defunciones", avizoró Sergio Duarte, director del Registro Civil a Rosario/12.
Lo que pasa a nivel país, y en muchos países más, incluso, le da contexto a este fenómeno. En Argentina, la tasa de natalidad viene en descenso desde 2014. Para 2023, el último dato disponible, esa relación había disminuído 48% respecto del año 2000. Nacen muchos menos niños y niñas que hace una década atrás, y los motivos son diversos. Los censos demuestran que hay más hogares sin hijos, y cambios en las estructuras de familia no frecuentes en décadas anteriores.
Con todo, el crecimiento demográfico de Rosario es lento desde hace tres décadas al menos. El censo de 2022 contó 1.030.069 habitantes que habitan en 456.040 viviendas particulares. En 2010 fueron 948.312 personas; en 2001 eran 909.397; y en 1991, 908.875.
A nivel provincial, la curva también es a la baja. Desde 2019, cuando se registraron 47.636 nacimientos, siguió con 39.232 en 2020; 41.780 en 2021; 42.192 en 2022; 38.468 en 2023; y 34.506 en 2024. A la fecha del 31 de mayo, el 2025 suma 14.487 nacimientos en lo que va del año, en la provincia de Santa Fe. Una progresión que permite inferir que este año la curva de partos seguirá decreciendo.
"La curva de nacimientos viene decreciendo, mientras que la de defunciones se mantiene bastante constante, por lo tanto se van cruzar si esta tendencia sigue así, y puede pasar este año", auguró Duarte. "Además, este año las defunciones no se modificarán mucho más. Esta curva solo se altera cuando ocurre un evento singular, como lo fue la pandemia", señaló. "Y como hasta el mes de mayo no llegamos a 15.000 nacimientos, eso nos hace pensar que tampoco vamos a alcanzar los 30.000 al final del año. Entonces, es probable que en Santa Fe cerremos el 2025 con más fallecimientos que nacimientos", estimó el titular del Registro Civil.
Por caso, vale considerar que en Rosario, se registraron en 2023, 12.600 defunciones; y 13.000 en 2024. Contra 17.757 nacimientos en 2023; y 16.322 en 2024, respectivamente. "Este año –especuló Duarte sobre el recorte rosarino puntual– quizás por poco haya más nacimientos que defunciones, pero si la tendencia sigue el año que viene se invertirá".
Si el pronóstico se cumple, será la primera vez en la historia que haya más muertes que nacimientos.
"El fenómeno se da con mayor evidencia en ciudades como Rosario y Santa Fe, donde más se acentúa la baja de natalidad –observa el director del Registro Civil–. Los especialistas dicen que el fenómeno es multicausal".
Por un lado, la tendencia al aumento de hogares de personas o parejas sin hijos, o monoparentales. Decisiones en las que talla también el contexto socio económico y cultural. En palabras del funcionario, "las crisis recurrentes en Argentina hacen lo suyo, por problemas de estabilidad laboral, de acceso a la vivienda. Además, disminuyó notablemente el embarazo adolescente y eso, en sí es una noticia buena, atribuible quizás a políticas públicas de prevención".
Duarte incluyó entre el conjunto de factores la prolongación de la expectativa de vida. La esperanza de vida al nacer en Rosario se estiró en los últimos años. En 2020 –datos disponibles– fue de 76/46 años. Algo superior a las medias nacional (75/34 años) y provincial (75/10 años).
La tasa de fecundidad en la provincia hace un lustro era de 1,5, muy por debajo del indicador de 2,1 que la Organización Mundial de la Salud estima necesario para que una población no disminuya, sin incluir el factor migraciones. De la información estadística municipal disponible, se aprecia que el grueso de la pirámide poblacional rosarina está entre los 25 y los 44 años. Pero su base es más pequeña según se observa en los últimos censos, y eso refleja el descenso de natalidad. Es una característica regresiva para la evolución poblacional.