La titular del Ministerio Público de la Acusación (MPA), María Cecilia Vranicich, ve en la reforma constitucional una oportunidad para que la casa de fiscales pase a ser un órgano extrapoder, es decir, que no pertenezca a ninguno de los tres poderes del Estado. Lo destacó en su informe, semanas atrás ante la Legislatura: “El MPA no puede estar bajo la órbita del Poder Judicial. Hoy no podemos tener autonomía para elegir ni siquiera a nuestros empleados (no funcionarios)”, dijo frente a diputados, senadores y —especialmente— convencionales reformadores. Y agregó: “Necesitamos un piso de reconocimiento institucional, incluido lo presupuestario, porque el fiscal no debería sentarse en una paritaria a pelear sus sueldos”.
La postura más contraria a lo planteado por Vranicich viene por parte del Sindicato de Trabajadores Judiciales, quienes realizan un cabildeo intenso contra la posibilidad de que el MPA deje de funcionar bajo la órbita del Poder Judicial.
En un reciente encuentro con dirigentes peronistas, los referentes gremiales dejaron en claro sus intenciones de que “el MPA y el SPPDP (Servicio Público Provincial de Defensa Penal), queden dentro del Poder Judicial” y se mostraron "comprometidos en presentar por escrito nuestra propuesta no solo ante esos convencionales, sino a todos los partidos políticos con representación”.