La Justicia condenó a siete años de prisión a un detenido en Piñero, acusado por cometer extorsiones y amenazas mientras cumplía condena por otros delitos. En total, la pena se unificó en 30 años, por los delitos de amenazas con el fin de que la víctima abandonara una casa, estafa y usurpación. El abreviado fue homologado por la jueza Silvana Lamas.

El Fiscal Pablo Socca le atribuyó -junto a otra persona que tiene pedido de captura, y otras no identificadas a la fecha-, haber "participado de un plan criminal consistente en cederle la posesión del inmueble de zona oeste de Rosario a una tercera persona (mediante boleto de compraventa y contra entrega de $1.500.000) para luego bajo intimidación y violencia hacer que la víctima abandone la propiedad para recuperar la posesión de la misma, tornando imposible la posesión del inmueble en las condiciones pactadas y defraudando con este accionar a la víctima", reza la imputación.

La secuencia comenzó el 12 de noviembre de 2022 cuando quien actuó junto el imputado le vendió el inmueble a la víctima. A fines de enero de 2023, cuando la víctima se encontraba en su domicilio escuchó que tiraban piedras contra la propiedad, y a la mañana siguiente encontró una nota donde se le exigía que abandone el domicilio en 24 horas. La noche siguiente, dos sujetos a bordo de una moto dispararon contra la vivienda, por lo que la víctima y su grupo familiar se fueron del domicilio. 

La situación continuó durante febrero cuando la víctima fue a la casa y encontró en la ventana de su domicilio otra nota intimidatoria. A los diez días, vio que el frente de la casa estaba pintado de otro color, y además le cambiaron la cerradura. Según indica la imputación, quien actuaba junto al condenado fue quien ocupó e hizo los cambios en el domicilio. 

El 17 de marzo se realizó un allanamiento y no se encontró a nadie en la casa por lo que se restituyó la casa a la víctima; pero al día siguiente, el acusado "llama a la víctima manifestando que era su casa y le efectúa amenazas", por las que ahora fue condenado.

La nueva pena de Ismael González se unificó con una anterior (de julio de 2013) a 18 años, unificada en 23, por los delitos de robo calificado, lesiones graves y empleo de arma impropia, resistencia a la autoridad, robo seguido de muerte agravado por el empleo de arma de fuego y portación de arma.