Luis Levy y Santiago Legón, creadores de "Rojo, Festival Independiente Internacional de Clown", están convencidos de que "el poder del juego payaso y la ternura del clown habilitan a viajar por todas las emociones y generar una reflexión crítica a través de la risa". La cuarta edición del encuentro se realizará entre este viernes y el 29 de junio en OIHOY y el Centro Cultural Resurgimiento, con entradas a la gorra como es habitual. Ofrecerá 17 actividades, entre ellas 11 espectáculos, una varieté con cinco números, una jam abierta al público, tres seminarios intensivos y una charla magistral gratuita.

"Hace cinco años nos juntamos con la inquietud de generar un espacio de encuentro y valoración del género. A lo largo de un año de trabajo evaluamos las posibilidades y características que creíamos necesarias para llevarlo a cabo. A medida que avanzábamos en la producción nos encontramos con la aceptación de espacios importantes como el Centro Cultural Haroldo Conti, que compartió con nosotros la necesidad de generar este espacio, brindando todo su apoyo. Lo mismo ocurrió con el Centro Cultural Resurgimiento, que sigue siendo nuestra sede principal. El valiosisímo equipo de colaboradores -la mayoría payaso- crece año a año gestando siempre con amorosidad", cuenta Legón a Página/12.

Este año, el concepto que recorre la programación es "dejar huella", dice Levy, "pensándola como algo dinámico que se extiende desde el comienzo, con la irrupción de Jacques Lecoq y la aparición de un género clownesco teatral, hasta hoy y hacia el futuro". Por eso se incluirán una muestra dedicada a El Clú del Claun, "grupo que marcó el camino", y una charla magistral de Cristina Martí (cierre del evento, domingo 29 a las 18 en el C. C. Resurgimiento, Artigas 2262). "En este contexto tan adverso para la comunidad cultural reafirmamos más que nunca nuestra misión, en la que nos sentimos resistencia que milita el valor de la risa, del ritual del encuentro teatral y de la reflexión", completa el clown.

El telón se abrirá este viernes 20 a las 21, con Jam rojo, en OIHOY (14 de Julio 426, Villa Ortúzar), un encuentro de improvisación coordinado por Ana Azcurra y Mariana Brusse. El resto de la programación será en el C. C. Resurgimiento, ubicado en el barrio de Flores. El sábado, el festival continuará con Oma y Monk, de la Compañía D' Zoquetes, "espectáculo para danzar hacia la risa desde el mundo del circo con la mirada puesta en el juego y el poder de ser tontos" (a las 16) y Teatro Tomado, obra de San Juan, dirigida por Paula García Fleury y Cecilia Nievas. El domingo será el turno de Turista, de Rudy Goddin, de Bélgica (a las 16), y de Cubo, también de San Juan, dirigida por Fleury, sobre tres payasas encerradas en sus rutinas que juegan con distintas situaciones cotidianas e inevitablemente acaban profundizando en sus miedos y deseos más íntimos (a las 20).

El martes se verá Hamster, dirigida por Julia Muzio (a las 20), y el miércoles habrá una varieté con Los Aguerridos de Bariloche como presentadores (a las 20). El jueves a las 20 se presentará Manjar, de Suculentas, dirigida por Pablo Fusco, la historia de una navidad en la que tres ancianas se esconden en una casa abandonada para festejar juntas. Cuenca, dirigida por Flor Patiño, espectáculo sobre las angustias existenciales de dos payasas, e Instrucciones, no magia, "viaje poético y onírico", dirigida por Lala Buceviciene, se verán el viernes 27 a las 20 y 22 respectivamente. El sábado 28 se podrá disfrutar de Gaznapiro (Santa Fe), dirigida por Lucas Ruscitti, y Enguengue (Viedma), dirigida por Martí, a las 16 y las 20, en ese orden. El domingo, Lila Monti presentará su unipersonal Povnia, sobre las pérdidas y los encuentros, la necesidad de contacto y los impulsos vitales (a las 20). 

La presencia internacional en el festival fue mayor otros años: actualmente resulta muy caro para los grupos extranjeros -que se autofinancian- viajar a la Argentina. A Levy y Legón les interesa "incluir la mayor variedad posible de temáticas y estéticas". En esta edición, anticipan, las obras ponen sobre la mesa temas como "el individualismo, la ancianidad, la marginalidad y el consumismo". También habrá varias adaptaciones de clásicos. "Actualmente vemos un creciente avance en la formación y creación de obras payasas que profundizan niveles de actuación, dramaturgia, estética y producción, lo que trae un oleaje de público cada vez mayor, dejando de lado el mito de que el payaso es sólo para infancias. La técnica no solo abarca a los artistas propios sino que hoy es una herramienta utilizada para la formación de todo tipo de actores", concluyen.