“Resulta que la condenada está bailando y los otros se indignan. Porque lo que querían era ver la humillación, no la condena”, aseguró Pedro Saborido, con el tono irónico que lo caracteriza. En diálogo con la 750, el escritor y guionista reflexionó sobre la proscripción y detención de Cristina Kirchner y el vínculo entre el peronismo y los balcones.
“Balcón famoso es el de Romeo y Julieta. Y después los de Perón, por lo menos en Argentina”, dijo. Para Saborido, el balcón representa un gesto de poder y de amor: “Estás en un balcón, saludás, y mucha gente se conforma con verte”.
El balcón, explicó, se volvió un símbolo nacional. “Y si uno dice que saluda desde el balcón, piensa en Perón. No fueron los únicos, pero hay una especie de Olimpo al que se asoma alguien a saludar a su gente”.
Un ritual colectivo que combina política, mitología y espectáculo y sobre el que la condena a Cristina Kirchner abre un nuevo episodio. Se debe a que como parte de los condicionamientos que impuso la justicia a la expresidenta está el de no alterar la tranquilidad del barrio, por lo que se llegó a la curiosa situación para su defensa de tener que hacer una pregunta explícita sobre si podía, o no, usar el balcón.
La narrativa peronista, sostuvo, necesita de esos hechos. “El peronista siente la felicidad de estar viviendo un momento de la historia, estar protagonizándolo”, afirmó. Y citó al vecino que fotografió a Cristina desde su departamento: “La historia está ocurriendo al lado de su casa”.
Según Saborido, del otro lado se produce una especie de frustración. “El choque cerebral pasa porque no está pasando lo que vos querés que pase”, reflexionó. “Te enojás o te deprimís cuando lo que esperás no ocurre. Lo que no quieren ver es que no está pasando lo que ellos quisieran ver”, dijo.
“Si ellos la quieren ver humillada, llorando por los balcones…”, continuó. Pero no está en un piso 19, ni en una casa en un country, ni en un PH en el cuarto departamento de la planta baja. “Está ahí, todo cierra para que sea visible”, ironizó.
Para el guionista, el enojo de ciertos sectores también se explica por la falta de reacción. “Cuando alguien te hace un daño, lo que vos hacés al no darle la reacción que el otro quiere es neutralizarlo”, aseguró. “Ahí es como que rebota”.
Y remató diciendo que, además, esta situación “empieza a tener características épicas, a aparecer otra vez la historia, el monstruo que despierta”. “Porque empiezan a haber cosas que se empiezan a dar parecido. Como las cábalas”, afirmó en referencia a la aparición de fechas históricas como el 17 de octubre y los cantos del vamos a volver.
En este contexto, contó Saborido: “Yo hablé con muchas personas, simpatizantes peronistas, que estaban muy contentas en la marcha. Les cambió el ánimo juntarse”. “De pronto pasa esto y estamos todos juntos de vuelta porque algo más importante pasó. Mirá lo que logró”, finalizó.