Safe
Todd Haynes
1995
Entre otras cosas, el segundo largometraje de Todd Haynes fue la película que terminó de poner el nombre de Julianne Moore en el lugar que le correspondía, además de construir una tipología de personaje que la acompañaría en muchos otros proyectos: frágil pero resiliente, psicológicamente compleja, familiar pero al mismo tiempo extraña. “Julianne y yo tenemos una relación incomparable, porque nuestras carreras despegaron a la vez”, declaró recientemente el realizador californiano. “Creo que le he dado algunos de sus papeles más desafiantes, empezando por Safe, que era un personaje imposible de interpretar al que ella aportó una sensibilidad, una inteligencia y una empatía asombrosas”. Moore es Carol, una ama de casa en un matrimonio más que acomodado que lleva una vida ideal en el Valle de San Fernando. Luego de enterarse de la muerte de un conocido merced a una enfermedad extraña, la protagonista comienza a sufrir los mismos síntomas, inicio de un proceso en busca de una sanación sin final a la vista. Uno de los aspectos más inteligentes (y perturbadores) de Safe es la negativa a responder desde la historia una pregunta esencial: ¿Se trata de un mal real, generado por el medio ambiente, o una simple descomposición psicológica? La actriz entrega uno de sus mejores trabajos en un film imprescindible sobre la alienación y la locura contemporáneas.
Boogie Nights
Paul Thomas Anderson
1996
Si Mark Wahlberg, ahora un fiel devoto del cristianismo, se arrepintió de haber participado en el film de Paul Thomas Anderson como Dirk Diggler, la estrella porno de ficción cuya identidad incluye más de un guiño al muy real John Holmes, Julianne Moore nunca dejó de alabar su participación en Boogie Nights, por la cual obtuvo su primera nominación a un premio Oscar, que finalmente ganaría por Siempre Alice (2014), el film de Richard Glatzer y Wash Westmoreland. Su Amber Waves, veterana del hardcore que acompaña los primeros pasos en los sets de Dirk y, por momentos, es casi su madre putativa, es otro de los grandes roles (y uno de los más jugados) en una carrera que incluye más de setenta largometrajes y varias participaciones en series. El film de Anderson, una reconstrucción de la edad dorada del cine XXX en los años 70 y su declive luego de la llegada del video hogareño, es también un retrato sensible y excitante de una familia ensamblada a partir de los personajes más peculiares. “Con Paul siempre sentí que estaba en las manos de alguien que era poco menos que un experto”, declaró Moore luego del estreno de la película. “Era bastante evidente que se trataba de un enorme talento, incluso a pesar de tener sólo 26 años. Era realmente obvio desde el guion que Boogie Nights era genial, pero eso fue incluso superado por lo que filmó”.
Lejos del paraíso
Todd Haynes
2002
Relectura de los melodramas clásicos, sobre todo aquellos dirigidos por Douglas Sirk en los años 50. Cada aspecto de la realización remite a ese período: el vestuario, los peinados, la fotografía, el estilo de puesta en escena. Julianne Moore interpreta a Cathy, cuya vida es perfecta: ama de casa, esposa de un exitoso gerente, madre de dos bellos hijos, el centro de atención de la vida social del pueblo en el que vive. Pero nada es lo que parece y un secreto bien guardado por el marido es el puntapié inicial de una pesquisa íntima. Que Cathy encuentre consuelo y comprensión en el jardinero, un hombre afroamericano, dispara todo tipo de habladurías en la conservadora sociedad que, hasta ese momento, la tenía por ciudadana modelo. A partir de una historia personal, Lejos del paraíso describe las hipocresías y prejuicios de un pequeño pueblo en los EE.UU. de los años felices, cuando la Segunda Guerra Mundial era un recuerdo lejano y el futuro era más que promisorio. Es también la historia de una mujer que intenta encontrarse a sí misma a pesar de aquellos que la rodean. Dennis Quaid es el acomplejado marido y la música, basada en el tipo de orquestaciones típicas de los años 50, fue compuesta por el gran Elmer Bernstein. Sin embargo es Moore quien descuella sin esfuerzo, en otro rol que define su sutileza y complejidad como actriz.
La historia de Lisey
Pablo Larraín
2021
Con guion de Stephen King (uno de los pocos firmados de puño y letra por el autor) a partir de su propia novela, y con dirección del chileno Pablo Larraín, esta miniserie de ocho capítulos fue producida por la propia Moore, quien además se reservó el rol central, moldeado a partir de su figura cinematográfica: Lisey Debusher, renacida como “la viuda de Scott Landon” luego de la muerte de su marido, un prestigioso escritor de quien se transforma en único albacea literario. Con el rostro ideal de Moore –doliente pero resistente–, Lisey no puede evitar revisitar el idílico casamiento en la playa, el recuerdo de una conversación bajo un árbol de apariencia mágica, la venta a una editorial de la novela debut de Scott, el primer atisbo de Boo'ya Moon, ese universo de fantasía creado por la pluma del esposo. Mientras tanto, en el presente y en el mundo real, las heridas emocionales con las que Lisey convive desde hace años son acompañadas por otras bien físicas. Y si en el pasado el acecho de la muerte amenazaba con llegar, en la mejor tradición norteamericana, de la mano de un hombre armado dispuesto a acabar con la vida de Landon, Lisey debe protegerse de otra presencia, la de un fanático de la obra del escritor dispuesto a todo con tal de hacerse con los manuscritos inéditos de su héroe. Moore activa en La historia de Lisey su modo heroína.