En una charla distendida con Víctor Hugo Morales, la escritora y dramaturga Adriana Roffi habló sobre tres de sus obras que están en la actualidad en cartelera.
Por un lado, Yunta, que se presenta en El camarín de las musas y está protagonizada por Matías Broglia y Pedro Risi, funciona como un espejo de muchas realidades sociales al abordar los lugares de poder que ocupan ciertas personas que sostienen discursos meritocráticos. "Hay gente que atropella y no puede sensibilizarse con el otro. La obra también habla de quienes se dan cuenta de que están en el lugar equivocado y lo corrigen. De la capacidad de evolución que tenemos todos. De cómo, en determinadas circunstancias, cualquiera puede conectar con la sensibilidad del otro, porque nadie carece de eso”, comentó Roffi en la 750.
El rey tuerto, por otro lado, fue una obra que estuvo en cartelera en Timbre 4: “Recuerdo que un colega, cuando llegábamos a la mañana, me decía: '¿Viste lo que se está implementando ahora? La policía los miércoles tira los gases a la cara'”. La obra, con humor negro, aborda esa misma problemática: un policía le vacía un ojo a un manifestante, y tiempo después ambos se reencuentran, casualmente, en la casa del propio policía.
Actualmente Roffi se encuentra en ensayo de la obra Villa, del autor chileno Guillermo Calderón. El elenco está integrado por Ana Celentano, Tamara Kiper y Magdalena Grondona, con la asistencia de dirección a cargo de Brenda Lem. La historia se sitúa en un espacio inspirado en Villa Grimaldi, un conocido centro de detención y tortura de la dictadura chilena. Allí, tres mujeres se reúnen para debatir qué hacer con ese lugar y cómo gestionarlo: “Cada una propone una alternativa distinta, y a partir de ese conflicto se abre una reflexión sobre qué sucede con muchos centros de memoria, y también sobre conceptos que hoy nos interpelan profundamente en Argentina”, sostuvo.
Consultada por su vida personal, Roffi contó que vivió quince años en España, donde también hizo teatro. “Me fui porque me enamoré de un libanés que estaba estudiando medicina, y decidimos que me quedara, y allí viví la vida. Me fui con una valija y volví con un hijo”. Además, reflexionó sobre el impacto que tuvo su experiencia en el extranjero: "Lo que me sirvió de viajar, de vivir en otros lugares, es la conexión con otras personas, otras formas de ver, de vivir, de pensar, encontrarme con otras historias, eso es enriquecedor", afirmó.
Finalmente, compartió una reflexión sobre cómo el teatro puede convertirse en una herramienta fundamental para expresarse: “Es mi campo de batalla, es donde yo me despliego y es mi forma de combatir en estos tiempos que corren tan álgidos y de hablar de cosas que necesitan un espacio que necesitamos gestionar, verbalizar, exponer, escuchar y compartir”, analizó.
E instó a que quienes no puedan asistir a sus funciones a contactarla por Instagram (@adrianaroffi) para coordinar una forma de acceder a las obras.
Informe: Santiago Vizcarra