Tres de las siete listas que hoy competirán por la renovación de trece de las veintiocho bancas del Concejo Municipal de Rosario aparecen, en los estudios de opinión pública previos, como las más deseadas por un electorado cuya participación en los comicios puede ratificar la teoría del deseo del psicoanalista francés Jacques Lacan, en lo que hace a su relación con “la falta”. Hace poco más de dos meses, en las Paso del 13 de abril, acudieron al llamado de las urnas 436.865 electores de los 815.011 habilitados para votar en la ciudad, equivalente al 53% del padrón. Esa baja convocatoria tuvo retoños en los turnos electorales de otros distritos y será clave en el recuento de este domingo, en el que el panperonismo de Juan Monteverde y el anarcocapitalismo de Juan Pedro Aleart encabezan las preferencias junto a la nómina que lidera por la secretaria municipal, Carolina Labayru, que busca revalidar en las urnas las políticas oficiales del intendente Pablo Javkin.

Con un clima de cierta distancia o desinterés –que no son lo mismo- respecto de la política, y por fuera de los núcleos intensos de cada fuerza partidaria, la campaña de concejales adoptó por momentos como eje la pobre estridencia de la “campaña sucia”, el agravio, la difamación y la descalificación personal, con menor énfasis en las cuestiones municipales que se deberían poner en juego y despertar, tal vez, la atención de “la gente” mediante el abordaje de temas que hacen a sus intereses y necesidades particulares y comunitarias.

Como sea, de las siete listas que superaron el piso de votos necesarios en las elecciones primarias de abril, tres se perfilan como las que pueden concitar mayor adhesión del electorado hoy en las más de 2.300 mesas de votación distribuidas en la ciudad.

Del Vasallo a los Leones

Con el nombre de Más para Santa Fe, el extrapartidario del Partido Justicialista, Juan Monteverde (Ciudad Futura) busca su reelección como concejal, aunque desde hace tiempo su proselitismo apunta al edificio oficial ubicado a dos cuadras del Palacio Vasallo, el que en su acceso ofrece a la vista dos estatuas de leones. “El intendente que nos falta” es el eslogan del postulante cuyo frente político fue el más votado en las Paso, con 110.902 sufragios. En términos personales, su lista interna (Rosario Sin Miedo) obtuvo 83.784 adhesiones.

Desde hace años Monteverde se prepara para –y procura- ser el intendente de la ciudad. En los últimos comicios de esa categoría estuvo a punto de lograrlo y obtuvo casi la mitad de los votos válidos emitidos. Ahora trabó una alianza electoral con el PJ, lo cual amplía su base de sustentación por un lado y le granjea enemigos por otro, entre aquellos que creen en la “pureza” electoral como un atributo irrevocable de la política, examen que no atravesaría airosa la biografía de casi ningún candidato.

En anteriores comicios, la suma de los votos de las elecciones primarias en los comicios generales no ha sido el comportamiento más repetido entre quienes adhiere a las diferentes expresiones del justicialismo. La fuga, en ocasiones, sí. Esta noche se verá si se trata de una regla con o sin excepciones y si Monteverde puede quebrarla.

En el tramo final de la campaña obtuvo el apoyo del Frente Amplio por la Soberanía (FAS), que a nivel provincial orienta el diputado Carlos Del Frade, para quien no todo es lo mismo, por lo que decidió sumar su fuerza a la expresión política que se presenta como opción -al mismo tiempo- del Gobierno nacional de Javier Milei, del provincial de Maximiliano Pullaro y del local de Javkin.

Feos, sucios o libertarios

Con una campaña orientada a visitas a instituciones y espacios donde el reconocimiento al experiodista Juan Pedro Aleart como conductor de TV resulta indisimulable, La Libertad Avanza (LLA) busca un triunfo en los comicios de hoy para el Concejo Municipal con un outsider de la política. Tiene una gran ventaja: al ser una fuerza nueva en el escenario electoral, no pone ninguna banca en juego, por lo que sólo le queda sumar desde cero.

La otra pata de la campaña de Aleart consistió en la difusión de mensajes flamígeros desde las redes sociales, donde no existen las preguntas ni las confrontaciones con la realidad que –a veces- propone el ejercicio del periodismo, que a pesar de ejercerlo durante años prefirió evitar como candidato. En la única entrevista que concedió terminó balbuceando cuando le preguntaron sobre los postulantes al Concejo de LLA que a la vez fueron contratados en distintas delegaciones del Pami, una conducta típica de lo que Milei tacharía como “casta”.

Desde las redes sociales, en un proselitismo claramente pensado y diseñado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el exconductor de “De 12 a 14” buscó confrontar no con el oficialismo de la ciudad, sino nacionalizar la contienda electoral mediante el eslogan “es kirchnerismo o libertad”, homologable a “es buenos o malos”, par binario que emplea con frecuencia el intendente Javkin.

La lista de Aleart, confeccionada bajo la estricta supervisión de la secretaria General de la Presidencia, Karina “El Jefe” Milei, quien viajó a Rosario a brindarle su apoyo, obtuvo 87.272 sufragios en las Paso de abril. La segunda más votada en cuanto a frentes partidarios, la que más adhesiones concitó en términos individuales.

Durísima

Ese té para tres que podría servirse en la mesa electoral de este domingo –de acuerdo a las siempre falibles encuestas- incluye la lista encabeza por la candidata del oficialismo, la secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana, Carolina Labayru, quien se ha mostrado en la campaña con un frecuente gesto adusto, casi marcial, y el ceño específicamente fruncido, signo de una dureza contra la violencia altamente lesiva que los gobiernos provincial y local de Unidos exhiben a modo de principal activo electoral.

También las obras públicas, la adquisición de unidades nuevas para el transporte y la desburocratización de algunos aspectos administrativos de la gestión fueron ejes del proselitismo de Labayru. A pesar de haber presentado 10 listas internas, la alianza Unidos quedó en tercer lugar en las Paso del 13 de abril con la suma de 84.814, de los cuales la lista liderada por la secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana obtuvo 38.462.

Ese magro resultado movió al principal elector del frente, el gobernador Maximiliano Pullaro, a apuntar a la candidata local con actos, spots, redes sociales y afiches que lo muestran junto a la postulante elegida por el intendente, quien durante el último tramo de la campaña pareció ceder espacio o quedar subordinado a la potencia electoral del principal inquilino de la Casa Gris.

Labayru señaló como adversarios tanto “al kirchnerismo que dejó sola a Rosario” cuanto al “odio que viene de Buenos Aires”, la fórmula que encontró para sintetizar la disputa con Monteverde y Aleart.

Desde más atrás

Desde una posición menos expectante de acuerdo a los resultados de las Paso, aparecen identificadas con el peronismo –pero por fuera de su estructura oficial- las listas encabezas por Roberto Sukerman (partido País) y Lisandro Cavatorta (Resolver Rosario). Uno quiere volver al Concejo, el otro busca continuar allí. El primero cosechó 19.078 votos en las primarias de abril, el segundo 16.782. Según la cantidad de electores que participen en los comicios de hoy, se les puede abrir una puerta al Palacio Vasallo.

También el abogado de origen radical Eugenio Malaponte, del partido Somos Vida y Libertas que a nivel provincial conduce la diputada Amalia Granata, estará hoy entre las opciones de la boleta única de papel. Las seis listas internas de ese espacio en las elecciones primarias sumaron 18.601, que el candidato que lidera la nómina buscará conservar, atento a que en términos personales la suya consiguió 6.762 sufragios.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT-Unidad) llegará con candidata propia a elecciones generales del Concejo Municipal mediante la nómina liderada por la socióloga y docente, Carla Deiana, quien logró sortear el piso de votos de las Paso.

En las elecciones de hoy se elegirán los 13 ediles que renovarán parcialmente el Concejo en diciembre. Los distintos partidos que conforman el frente Unidos ponen en juego 8 bancas, conseguidas cuando todas las fuerzas no integraban la misma coalición, lo que dificulta la posibilidad de conservarlas. Las diferentes expresiones del peronismo y aliados dejan 5 escaños, cuyo mantenimiento también parece un objetivo difícil de lograr. LLA, en cambio, tiene todo para ganar.

 

Uno de los datos significativos de la elección será el porcentaje de participación de votantes, que en las Paso fue de 53,4 puntos. Uno de cada dos no asistió. En los últimos diez años, con excepción de las generales del 2017, los comicios para concejales muestran una paulatina caída en el interés de la ciudadanía. En 2015 votó el 69% del padrón en las primarias y el 72,9 en las generales. Según un informe de Roque Cantoia, de la consultora Doxa Data, sí se mantiene la variable de que en las primarias votan menos y en las generales más, del mismo modo que las elecciones de cargos ejecutivos concitan mayor interés que las legislativas de medio término, como es la de hoy, en la que el consultor estima un crecimiento en la participación de al menos 5 puntos.