Mientras Irán e Israel velan a sus muertos, también velan las armas para su próximo combate. Una tensa calma se vive entre estos países que intercambiaron miles de drones y misiles a 2000 kilómetros de distancia, motivados por la geopolítica atómica.
En una reciente conferencia, el politólogo John Mearsheimer de la Universidad de Chicago expuso su tesis de que las armas nucleares son básicamente “armas para la paz”, aunque suene paradójico. Porque en un Medio Oriente