La agitación de una semana de movilizaciones, cacerolazos y represión produjo en el presidente Mauricio Macri una nueva necesidad de descansar. Es por eso que a partir del próximo lunes se tomará dos semanas de vacaciones en la localidad patagónica de Villa La Angostura, en lo que será su tercera semana anual de licencias. En lo que va de su gestión, la cantidad de días de descanso que se tomó el jefe de Estado sumarán 87, es decir casi tres meses.

Como adelantó ayer Página/12, Macri arribará a la provincia de Neuquén para pasar unos días en el barrio privado Cumelén, que le ofrece la posibilidad de mantener “actividades sociales ya sea en el club house o en la cancha de tenis”.

Hasta allí partirá junto con su esposa, Juliana Awada, y su hija menor, Antonia, y no volverá a Buenos Aires hasta la segunda semana de enero del año próximo, lejos del eco de las cacerolas en sus dos residencias, la Casa Rosada y la Quinta de Olivos, en rechazo de la ley que modificó y redujo el cálculo de movilidad para los aumentos jubilatorios y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).

El primer descanso del mandatario había sido en abril pasado, en la casa que su madre tiene en la ciudad bonaerense de Tandil. La segunda vacación fue en octubre pasado en la ciudad Mar del Plata, después del stress post Coloquio IDEA desarrollado por esos días en esa ciudad balnearia.

Con los 15 días que se tomará a partir del próximo lunes, Macri habrá concretado 87 días de licencia en sus 18 meses de gestión como presidente de la Nación, es decir tres meses.