Angel Di María sabe expresarse. Lo hace dentro de la cancha y fuera de ella. En el campo de juego no oculta su talento y fuera de él no se guarda los sentimientos. Sus lágrimas son sinónimo de valentía. De un coraje difícil de encontrar en el fútbol profesional. Y Angelito tenía las emociones movilizadas: “Volver a Central es lo más importante de mi carrera”, asumió luego de que pudo tomar aire. Porque en su vuelta a Arroyito el ídolo primero se quedó sin voz, después frunció las cejas y finalmente dejó caer las lágrimas. “Es algo que soñaba, estar acá, con mi familia y feliz”, explicó. El ídolo no se reprimió el llanto pero tomó algunas medidas de prevención: “A Mamá la dejé en casa, si estuviera acá no podría hablar. Mejor se prepara para venir el sábado”, aclaró con pícara sonrisa el jugador más importante que formó la entidad de Arroyito y que ayer el club recuperó.
Cada vez habla Di María conmueve. Por su sencillez, su sensibilidad y su constante demostracion de amor a todo lo que quiere. Ayer unió sus grandes amores: su familia y Central. “Esto no se compara con nada de lo que logré en mi carrera, es lo más”, asumió con un tono de voz que todavía tenía rasgos débiles por la emoción que lo atravesaba. El club emitió un video donde se contó su historia en Central. Desde los inicios, cuando iba a entrenar de niño llevado en bicicleta por la mamá cada día de práctica hasta el gol en la final del Mundial de Qatar, incluidas las frustraciones que encontró en el largo camino. Y en el audio, el relato del propio jugador: “De la bicicleta nunca me bajé, porque esa bicicleta fue mi oportunidad. Y hoy, después de tanto camino recorrido, esa misma bicicleta me trae al lugar más lindo del mundo. Donde siempre quise volver a cumplir mi gran sueño, estar otra vez en casa”.
“Estoy orgulloso de todo lo que hice, pero para mí esto es más que todo lo que hice. Volver a casa otra vez después de tanto tiempo, de tantos años. Sinceramente es algo muy especial poder volver a vivir a Rosario con mi familia, poder volver a vestir la camiseta de Central y que la gente esté contenta. Para mí eso es todo”, resaltó, entre lágrimas, el ídolo de la Selección.
Su vuelta al club llega motivada, sin dudas, por perseguir un deseo: “Ser campeón con Central”, apuntó sin dudar. “Es lo único que me falta. El sueño de volver lo cumplí, ahora el siguiente es intentar ser campeón con Central. Intentaré hacer lo mejor posible, dependerá de lo que Ariel (Holan) necesite de mí. Central viene haciendo las cosas muy bien, el semestre pasado lo hizo excelente. Hizo 35 puntos, está muy bien. Intentaré hacer lo mejor y no hacer cagadas, porque las cosas venían muy bien”, acotó con sonrisa pícara.
Di María se retiró de la Selección pero se mantiene unido al grupo. “No son solo amigos, son hermanos”, reconoció. Todos lo saludaron y felicitaron por su vuelta a Central, entre ellos Lio Messi. “Leo me escribió hace poco, dejó pasar un tiempo porque tenía el teléfono detonado pero me felicitó y me deseó lo mejor. Me dijo que estaba feliz de que pude cumplir el sueño. Hablamos mucho y él sabía que mi sueño era familiar, estaba muy contento por eso”, confió el ídolo canaya.
El nuevo jugador canaya entrenó por la mañana en Arroyo Seco y luego animó la conferencia de prensa. “El regreso fue mucho más de lo que pensé, ponerme la camiseta de vuelta, volver a entrenar, el ser parte de Central nuevamente fue y es algo que soñaba. Hoy al estar entrenando miraba para los costados y no podía creer que estaba ahí. Parecía como cuando llegué a Primera, esa sensación, esa adrenalina cuando iba yendo hasta Arroyo, todo lo que iba pasando por mi cuerpo”, asumió. Y reiteró: “Volver siempre estuvo en mi cabeza, desde el día en que me fui”.
No se dejaron hacer más preguntas. Recibió un aplauso cerrado y se fue con sus hijas y su compañera de la vida a sacarse la foto familiar en el campo de juego del Gigante. Nuevas lágrimas le cayeron por el rosto. El regreso al primer amor le devolvió, por un rato, la imagen de su infancia. Ese mismo niño es el que volvió.