Desde Manchester, Gran Bretaña
Desde su anuncio, el regreso de Oasis ha acaparado titulares de todo el mundo, y Argentina espera con ansiedad el reencuentro con Noel & Liam Gallagher (y esas canciones) los días 15 y 16 de noviembre en el estadio de River Plate. Pero todos saben que la etapa que concluirá este fin de semana no es un momento más de la gira Oasis Live '25. Todo comenzó el pasado viernes 11, cuando la banda abrió su serie de cinco presentaciones en el Heaton Park. Este sábado 19 y domingo 20 se cerrará el ciclo, y desde hace días las calles mancunianas solo dicen "Oasis". Con entradas agotadas todas las noches, los Gallagher recuerdan que siguen siendo los dueños de la ciudad.
Todavía es de día en Manchester y los bares ya están llenos. Anochece cerca de las 21.30 y el turismo local recibe a miles de fans que recorren cada rincón de la historia de Oasis: la casa de Peggy (madre de Liam y Noel, y también de Paul, el Gallagher mayor), el lugar donde tocaron cuando todavía eran The Rain (sin Noel) y también el lugar donde sonaron por primera vez bajo el nombre definitivo. Entre disquerías y estadios, aquí todo es fútbol y rocanrol.
El recorrido es una experiencia inmersiva en cada cuadra: hay fila en el local de merchandising, hay fila en el bar con fiesta temática y hay fila con varios "Liam" para un concurso de dobles. También hay guitarras de Noel que empapelan las cuadras y cantidades infinitas con la reedición de algún album en cada esquina. Esos locales de merchandising exclusivo son una suerte de subsedes de Disney a cargo de Adidas, hechos a la medida de los fans. Hay memorabilia Gallagher de todo tipo: llaveros, gorro, bandera y vincha. Se entra luego de reservar día y hora por internet, con solo 30 minutos disponibles para recorrer metros y metros de productos oficiales de la banda. No hay billetera ni valija que aguante para los coleccionistas.
Además de mancunianos, hay visitantes de todas partes del mundo. Es el hito musical del año y, probablemente, uno de los mas importantes de la década. Es fácil ubicar, encontrar y reconocer a cada uno de esos fans, mediante la identificación de gorros piluso y la consabida cerveza en mano, y con algún karaoke mal cantado de "Wonderwall" de fondo. Las banderas albicelestes también se replican y fueron noticia en el show del miércoles 16, cuando Noel le dedicó "Talk Tonight" a un grupo de argentinos, entre los que estaban Santiago Motorizado y los integrantes de la banda Bestia Bebé. En varios "reels" de las redes oficiales hubo hasta camisetas de Boca.
Uno de los puntos de encuentro en plena ciudad es el bar Definitely Maybe Afflecks, un lugar con el piso pegajoso, posters y bandas tributo. Una cervecería para celebrar el reencuentro y apreciar piezas históricas: entre sus innumerables reliquias hay instrumentos y hasta un par de calzoncillos de Liam. Una meca para cualquier fanático. La entrada cuesta 5 libras y una cerveza cotiza a 7. Cualquier día, en cualquier momento de la tarde o de la noche, está lleno y hay bandas en vivo. Alguien toca, todos cantan y se vive un clima de cofradía, un feliz limbo generado por la música: napolitanos, ingleses y argentinos se abrazan. Incluso gritan por Diego Armando Maradona. Acá no hay banderas ni enfrentamientos de colores, sólo Oasis y más Oasis.
Hoy Manchester es, efectivamente, un parque temático. No hay manera de ver hacia la nada sin la mirada de algún Gallagher en el medio, mientras la vida en las oficinas intenta continuar con su programación habitual.
En cuanto al show, Heaton Park es el destino bien señalizado en este tramo del tour. Está alejado del centro de Manchester, pero la organización del show se encargó de poner micros que llevaron y llevarán a miles de personas de un punto al otro. Los colectivos salen desde Piccadilly y están ploteados con las caras de los Gallagher. Además, en los trenes, la inconfundible voz de Liam avisa cada parada. Los dos hermanos están presentes en cada detalle. Lo dicho: dueños de la ciudad.
Los pilotos y los paraguas también están presentes: el servicio meteorológico no es alentador para el último fin de semana de Oasis en Manchester. La ciudad natal de los hermanos viene de una ola de calor histórica y el clima sería inestable en las próximas horas. "Será con agua y barro", se comenta entre pintas. Y no parece preocupar demasiado, quizás hasta agregue épica a un evento de por sí inolvidable para todos.
La agenda indica que a las 15 se abrirán las puertas del predio, dos horas antes del horario habitual en conciertos de estadio: Cast y el ex The Verve Richard Ashcroft se encargarán de amenizar la espera. Parkas y camisetas celestes del Manchester City completan el uniforme para la ocasión. Serán las últimas noches de Oasis en su ciudad y todas las esquinas, mas que nunca, son de los Gallagher. Porque, en realidad, nunca dejaron de serlo.