El plan bandera es un éxito, hemos bajado las muertes, estamos mejor, la seguridad en la Provincia está en su mejor momento, son mensajes permanentes que difunden las autoridades y ciertos medios. Oficialmente (informado por el Ministerio Publico de la Acusación) desde enero a junio de este año en Rosario hubo 68 homicidios por hechos delictivos. En general coincidentes con el accionar narco a través de amenazas, asesinatos, balaceras, etc. 

Pero solo en Julio podemos conocer que sucedieron en el Dpto. Rosario ms de 15 acciones vinculadas al tema, con resultados de varios muertos y más heridos. Producidos mediante el accionar de bandas, grupos y parejas, en autos, motocicletas y bicicletas desde donde ejecutan las balaceras y ataques directos con armas de fuego contra personas, casas particulares, entidades varias (clubes, por ejemplo).

Junto a estos hechos existen una cantidad de acontecimientos muy afines a este tipo de accionar que no se cuentan como parte del problema. Es decir hay más homicidios, amenazas y otros hechos que no siempre se computan vinculados a la mafia narco policial.

De esto poco se dice, las autoridades ya no tienen a este problema como prioritario, es decir que han decidido ocultarles a los ciudadanos lo que sucede en realidad. Y esa realidad lo que muestra es que este flagelo sigue más vigente que nunca, más aun si tenemos estas cifras en el marco de un incremento fabuloso de los medios dispuestos para su” combate”, desde la provincia y la Nación, por lo tanto deberemos concluir en que no se están obteniendo los resultados que difunden graciosamente.

La realidad, aunque traten de ocultarla, muestra otra cosa. En primer lugar el fracaso de las políticas implementadas, la permanencia de la connivencia del delito con sectores policiales, y la falta absoluta de medidas de control donde se genera el ingreso de la droga. No hay políticas, no hay resultados, lo que hay es un incremento de las fuerzas de seguridad provinciales y nacionales para control social, es decir para intimidar a la población y poder seguir aplicando las medidas retrogradas y antipopulares de las políticas del régimen gobernante nacionalmente en complicidad con la provincia y la ciudad.

Héctor Marinangeli