En Rosario creció la demanda de asistencia en materia de salud mental. En total, 8.560 personas reciben algún tipo de asistencia en los centros de salud, mientras que 1.620 pacientes debieron ser derivados a los hospitales municipales para un tratamiento más específico. A su vez, el área de salud mental del municipio recibe un promedio de 50 llamadas mensuales y la agencia de consumos problemáticos unos 100 contactos al mes. Por el aumento de la demanda, los dispositivos grupales para el abordaje de padecimientos subjetivos se incrementaron de 20 a 101, desde 2023. “En los últimos dos años tenemos un 25% más de usuarios en sistema”, señaló la secretaria de Salud local, Soledad Rodríguez. Desde el Centro de Estudios de Salud Mental, Memoria y Transformación también registran un aumento de las consultas. “Hay algo de la precarización de la vida que incide claramente en la salud mental de las poblaciones”, evaluó Celina Pochettino, directora del organismo.
Los números a los que accedió Rosario/12 dan cuenta de una problemática en ascenso en la ciudad. Hoy unos 8.560 pacientes permanecen adscriptos y tienen un seguimiento en los centros de salud municipal, con un total de 12.000 consultas realizadas durante 2024. Algunos de ellos fueron derivados a hospitales de segundo nivel para un abordaje más específico: son 1.620 pacientes, que en 2024 recibieron 38.000 consultas. “Tenemos un aumento de usuarios o personas que acceden al sistema, solicitando consultas, o haciendo preguntas que implican la necesidad de un abordaje. Desde la red de salud venimos fortaleciendo los equipos interdisciplinarios de salud mental”, confirmó Rodríguez.
El aumento de la demanda se dimensiona al observar el funcionamiento de los dispositivos territoriales. Son espacios de encuentros grupales a donde asisten personas con distintas patologías vinculadas a la salud mental, diseñados para trabajar diversas temáticas, con herramientas específicas. Algunas aplican un abordaje desde la cultura, otros espacios son más lúdicos, mientras que también se diferencian por edades. Semanalmente, unas 1.100 personas asisten a los 101 dispositivos que hay desplegados por la ciudad. En 2023 había apenas 20 dispositivos grupales en territorio.
En promedio, el área de salud mental recibe unas 50 llamadas mensuales vinculadas a padecimientos subjetivos. En tanto, la agencia de consumos problemáticos recibe unos 100 contactos mensuales. Hoy la Agencia de Consumos Problemáticos trabaja con unos 2.000 usuarios que asisten a sus dispositivos. Todo ese universo redondea una tendencia en alza de la problemática en la ciudad. “En los últimos dos años tenemos un 25% más de usuarios en sistema”, confirmó Rodríguez. “Lo que buscamos es que el rosarino que necesite un acompañamiento por patología de salud mental, pueda tener una puerta abierta”, añadió.
Desde el municipio manifestaron que la respuesta a ese escenario viene siendo el fortalecimiento del los equipos interdisciplinarios de salud mental, con equipos específicos en cada lugar de atención. A eso se le suma la creación de un equipo para el abordaje desde el SIES, con el objetivo de que quienes llamen al 107 con alguna problemática ligada a la salud mental puedan tener una escucha específica. También remarcan un trabajo en conjunto con el Ministerio de Salud provincial en el programa para la prevención del suicidio: 250 operadores de la red municipal y 80 operadores del SIES fueron capacitados en el abordaje a padecimientos subjetivos y recibieron formación específica en suicidio.
Asimismo, destacaron que el fortalecimiento también se da con recursos: en 2024 los fondos destinados a salud mental superaron el 10% del presupuesto de la Secretaría de Salud Pública. Esa estrategia –apuntan– empieza a mostrar algunos resultados. En 2024 se registraron 1.499 egresos de pacientes de salud mental de los efectores, lo que representa un 4,5% del total de egresos en la red. El número se mantuvo en sintonía con 2023, cuando los egresos de salud mental representaron un 5% del total; pero un crecimiento en relación a 2022, cuando los egresos de salud mental representaron poco más del 3% de los egresos totales.
“El padecimiento subjetivo tiene un abanico muy amplio. Hay varios factores o aristas que hoy están muy presentes en la ciudad y por eso existen estrategias para abordarlas”, señaló Rodríguez. “Hoy no podés separarlo del contexto social en que está inmersa esa persona, ni tampoco del grupo etario del que forma parte. No nos cerramos a un trabajo sobre el diagnóstico puntual, sino que se aborda la situación integral de la persona. Por eso el contacto con otros, el arte, la cultura, que es mucho de lo que aportan estos dispositivos territoriales, tienen un efecto muy positivo en las personas. La inclusión en la sociedad y tener un objetivo en el día a día, mejora muchísimo el panorama”, añadió.
Pensar la época
Desde el Centro de Estudios de Salud Mental, Memoria y Transformación también advierten sobre un aumento en la demanda de asistencia vinculada a la salud mental. Se trata de una organización que comenzó a funcionar a finales del año pasado y se propone como objetivo pensar diversos lineamientos alrededor de esta temática. Una de ellas apunta a evaluar la transformación de los modos en que la población se ve afectada respecto a los problemas de salud mental. En ese marco, vienen trabajando en la “formación comunitaria” alrededor de estos aspectos.
“Estamos convencidos y convencidas de que es necesario que la salud mental sea una agenda de todas y todos. Como organización de la sociedad civil buscamos generar ámbitos de formación para que cualquier persona de la comunidad pueda tener herramientas y por eso trabajamos con organizaciones sociales y con escuelas, con una propuesta de formación comunitaria. La idea es trabajar en la prevención y en los modos de presentarse el sufrimiento de esta época, que no es una época cualquiera”, describió Pochettino, en diálogo con Rosario/12.
Para la especialista, que además de presidir el centro de estudios fue directora Provincial de Salud Mental, el momento en que vivimos requiere varias contextualizaciones. Por un lado, el contexto de pospandemia: “Quedó claro que el aislamiento, que fue necesario para cuidarse en pandemia, trajo consecuencias graves respecto de los lazos. El aislamiento sigue siendo un componente de esta época donde prima el individualismo, la dificultad para encontrarnos, y la fractura de ciertos vínculos”.
Pero a eso también se le agrega la situación particular de Argentina, en medio de una crisis económica y social, con recortes y ajustes a las políticas sociales del Estado. “El gobierno nacional ha recortado el presupuesto en salud y eso tiene consecuencias directas en la población, que se suma a la crisis socioeconómica y el aumento de los niveles de desempleo, que influyen en la salud mental”, expresó y agregó: “Hay algo de la precarización de la vida que incide claramente en la salud mental de las poblaciones”.
Pochettino señaló que “hay un modo que está variando” y hace que los sufrimientos se expresen de otra manera. En esa línea, indicó que las desorganizaciones subjetivas hacen que sea difícil tramitar las pérdidas y dolores, y eso genera desestabilizaciones de distinta índole: “Los consumos se vuelven problemáticos, tanto de sustancias como tecnológicos, que son el síntoma, el modo de presentarse de ese malestar. Pero que dan cuenta de esta época donde prima el desencuentro y las dificultades de podernos escuchar. Podríamos decir que es un momento donde los excesos a los que empuja el sistema de consumo, realmente tengan una incidencia importante en cómo se arman los sufrimientos”.
Por último, remarcó que hay mucho que trabajar en cuanto al estigma que sobrevuela sobre la salud mental. “Sigue siendo difícil hablar de esto y no quedar estigmatizado cuando alguien presenta un problema de salud mental. Seguimos lidiando con esos obstáculos, por eso es importante la formación social y comunitaria. Hay que hablar de salud mental, hay que hablar de suicidios y sin duda esta es la manera de prevenir y cuidar”, sostuvo. “Hay una época que nos desafía respecto a cómo son los modos del cuidado”, finalizó.