Con Descubrir el Vestuario en las Artes Espectaculares, las diseñadoras de vestuario Valentina Bari y Pheonía Veloz lograron una obra de referencia, que ya circula como lectura obligada en el sector. La reedición de Eudeba -tras una primera edición agotada, de 2021- propicia la visita de las autoras: el viernes próximo a las 19.30, el Petit Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085) las recibe para presentar el libro y compartir un conversatorio junto a Soledad Verdún, Ramiro Sorrequieta y Ana Julia Manaker; en una actividad que contará también con la música de Segúnduo (Juan Manuel Verdún y Pablo Elizondo).
Valentina Bari y Pheonía Veloz poseen una trayectoria que las ha llevado a trabajar con directores y directoras como Adolfo Aristarain, Ana Katz, Damián Rugna, Juan Bautista Stagnaro, Ana Piterbarg, entre muchos otros. El despliegue profesional de cada una incluye teatro, cine, televisión; además de experiencia docente. Con Descubrir el Vestuario en las Artes Espectaculares, las diseñadoras persiguen el reconocimiento específico de la profesión, en su necesaria relación con las especialidades que hacen al despliegue de las obras cinematográficas y teatrales. “Con Valentina nos propusimos hacer honor a esta idea de territorio, de recorte de la Argentina que tiene el libro, y presentarlo por fuera de capital. Estuvimos en Jujuy, en Córdoba, ahora vamos a Rosario, y estamos muy contentas con estos encuentros. La idea es abrir diálogos, con gente de cada uno de estos lugares”, comenta Pheonía Veloz a Rosario/12.
-¿Apareció más bibliografía sobre el tema?
Valentina Bari: -En estos años han habido algunos pequeños esbozos, de alguna bibliografía, pero no demasiada. Tengo presente un libro dedicado a la historia del vestuario en el cine argentino, otro libro español, y alguna cosa más, pero sigue siendo un espacio bastante virgen. Pero creo que la situación ha cambiado un poco, no solo con nuestro libro, sino también desde la práctica profesional, a partir de que se le ha empezado a dar, de a poco, el reconocimiento de ser un lenguaje particular, que construye sentido en la narración. Eso empieza a afianzarse. Se han abierto instancias docentes y educativas, hay pequeños talleres, cursos y seminarios, en donde se va generando reflexión y sistematización de la práctica.
-Me gusta pensar que la recopilación de voces que propone el libro, se condice con la modalidad de presentación.
Veloz: -Sí, es así. Cuando nos propusimos hablar del diseño de vestuario, no lo podíamos hacer como una disciplina separada; justamente, necesitábamos dialogar con todos los lenguajes que constituyen la escena teatral y también audiovisual: directores, actores, maquilladores, realizadores, escenógrafos, directores de arte, cada uno según el medio. Y de ahí también ir pensando cómo estas artes aplicadas construyen sentido, cada una a partir de su lenguaje. El diseño de vestuario necesita de un actor o una actriz que lo interprete, y que construya también el cuerpo del personaje; hay también un texto que antecede, y un director o directora que dice: “Bueno, vamos en esta dirección; éste es el marco donde empezamos a contar”. Siempre es un área que se aplica en relación a otras, y que se piensa en esa relación; no hay forma de hacerlo de manera individual. El libro condensa todas esas voces; es un libro coral, tiene esa idea. Si bien nosotras vamos articulando un cuerpo, una columna vertebral sobre estos grandes pilares del diseño de vestuario, todo el tiempo se trata de abrir a esas voces, con quienes hicimos entrevistas en diferentes partes del país. Y está también el diálogo con la imagen, el contrapunto entre el texto y la imagen; no podemos hacer y hablar sin las imágenes.
-En ese sentido, el libro es voluminoso, con muchas imágenes, se aprecia como objeto; y Eudeba además lo reedita.
Bari: -Para nosotras fue, realmente, una alegría grande que Eudeba tomara nuestra propuesta, porque hay un perfil, un posicionamiento detrás de esa editorial, que está alineado al objetivo del libro. La escuchaba a Pheonía puntualizar esta idea del libro coral, y recuerdo que en la presentación que se hizo en La Plata, una artista visual y amiga, Fabiana Di Luca, hablaba del libro como una idea de libro-taller. Y esto lo traigo también en relación a Eudeba, como esa suma de capas que permiten trabajar sobre el material. Tanto de la manera en que se construyó como de la manera en que se puede usar; el libro tiene esta característica de taller, de movimiento, de suma de capas. Y abre un poco a ese juego, a la idea de poder construir conocimiento y maneras de hacer, tanto en la docencia como en la actividad profesional. Y creo que Eudeba un poco vislumbró, en nuestros primeros borradores, este espíritu.
-Sin olvidar el desfinanciamiento sobre el sector, ¿en qué obras están trabajando?
Veloz: -El desfinanciamiento monstruoso que está teniendo la industria cinematográfica es de un desmontaje absoluto. Hay poco trabajo, solo dos grandes producciones en este momento; y otras dos o tres de muy bajo costo. Este año no hice ninguna producción de cine. Estoy haciendo dos proyectos teatrales, uno sobre Las aventuras de la China Iron, que se va a estrenar el primero de septiembre; y otro que se llama Ateneo para una familia en el complejo teatral San Martín. El teatro también está sufriendo, lo que pasa es que hay otros recursos que permiten la posibilidad de resistir, de seguir produciendo a pesar de esta atrocidad.
Bari: -El desfinanciamiento es tremendo, así como el destrato y el ninguneo. Yo estoy hace casi cinco años viviendo en las sierras de Córdoba, y aquí es como el interior del interior. En este momento, estoy haciendo teatro independiente, depende en un cien por ciento del Instituto Nacional del Teatro y, por supuesto, de la resistencia y la voluntad de quienes lo hacemos. La movida del teatro independiente en Traslasierra es enorme, en gran parte porque hay una migración muy grande de gente de Buenos Aires de áreas artísticas y de áreas escénicas, con mucha energía para resistir y producir. Yo estoy haciendo una obra que la dirige un amigo, George Lewis, y es sobre el cuadro Los jugadores de cartas, de Cézanne; investigando sobre cómo llevarlo adelante.