Hubo un tiempo en que la Orquesta Típica Fernández Fierro tuvo voz de mujer. En 2013, a doce años de su fundación, fue que le cupo a Julieta Laso el nada fácil desafío de suplir a quien había sido uno de sus fundadores y principales referentes: el “Chino” Laborde. Venía la inspirada cantora de publicar su primer disco solista,Tango Rante, y su paso por la Fierro duró lo suficiente como para no solo publicar dos discos bajo nuevo cobijo (el En Vivo grabado durante dos portentosos miércoles de 2014, y Ahora y siempre, de 2018) sino también para viajar por el mundo y compartir los premios que la agrupación conquistó por ambos trabajos. Eso, antes de dejarle la posta a Natalia Lagos, la otra voz de mujer que tuvo la Fierro.

Siete años después del alejamiento de Laso de la OTAFF, la cantora vuelve a cantar con sus viejos amores durante dos noches, las del sábado 15 y el domingo 16 de agosto, a las 21, en el CAFF de Sánchez de Bustamante 772. “Entiendo que es una alegría que nos teníamos que dar”, festeja ella, que antes de volver colocar su voz al frente de la Orquesta hará su show solista basado en piezas de Pata de Perra y Cabeza Negra -dos de los discos que grabó cuando dejó la Fierro- acompañada esta vez por las guitarras de Juan Otero, Leandro Angeli y German Montaldo, más Matias Furio en percusión.

“Estoy feliz, porque la Fierro ha sido una bisagra en mi vida. Fue un gran amor, fue mucho aprendizaje. Nunca se sabe qué pasará en el futuro, claro, por ahora está previsto este reencuentro y vamos a disfrutarlo con todo. Hasta que termine el segundo show no nos saludaremos y aprovechemos próximas entrevistas para hablar mal del otro”, se ríe Laso, previendo las noches que la OTAFF aprovechará por su parte para tocar piezas de Basta, su último disco a la fecha. “El encuentro ocurre porque nos queremos mucho y en una de esas conversaciones que tenemos habitualmente con Julieta surgió la idea. Y vamo' arriba, por supuesto”, cuenta a su turno Yuri Venturin, contrabajista, cantor, director musical y también fundador de la Fierro. “En la parte compartida, quizá Julieta cante algo que nunca cantó y la Fierro toque algo que nunca tocó”, promete él, sin revelar demasiado sobre el momento en Laso volverá a cantar junto a sus viejos aliados.

La Fernández Fierro tocará tocar piezas de Basta, su último disco a la fecha. Crédito: Fabio Saltarelli


-¿Qué ha sido Julieta para la Orquesta, cuando le tocó estar?

Yuri Venturin: -Uy, que difícil pregunta. Es que ella es muy importante para mí y la admiro profundamente. En cuanto a la Fierro, bueno, creo que la Orquesta encontró en ella a una artista auténtica, muy personal, que entendió y moldeó aquellos años en que le tocó estar.

-Pregunta invertida: ¿qué representó la Orquesta para Julieta?

Julieta Laso: -Fue y es una familia para mí. Fueron años hermosos los que compartí con la Orquesta, y más hermoso aún tener una linda relación humana y profesional al día de hoy. Recuerdo que Yuri me convocó en 2013 y arrancamos tocando en Australia, donde todo fue muy intenso. Después vinieron viajes, mucha convivencia, muchos conciertos por semana, el trabajo en cooperativa, el CAFF... En fin, lindos, muy lindos recuerdos mientras duró. Cada vez que escucho los discos que grabamos o recuerdo los conciertos, siento sobre todo mucho orgullo por todo lo que la orquesta representa. Y por haber sido yo parte de esta orquesta que, insisto, es la más emblemática del tango nuevo, porque abrió caminos de muchas personas que amamos el género. Revolucionó la escena tanguera, digamos. Además, su proyecto de cooperativa también actuó como inspiración para muchas orquestas y formaciones… El hecho de que creen un espacio propio como el CAFF nos dio la posibilidad de tener un lugar de encuentro y un lugar donde tocar.

-Lugar de resistencia. Hubo momento en que no la pasó bien el espacio.

J.L.: -Me consta. Y sé el trabajo y el sacrificio que representa sostenerlo, y lo importante que es que siga existiendo.

-¿Qué pasó para que dejes la Orquesta?

J.L.: -Que me fui a vivir a Salta y la Orquesta requiere un compromiso muy fuerte, sobre todo el de estar todo el año en Buenos Aires. Vale decir que luego volvimos a trabajar con el maestro Yuri cuando se convirtió en el productor artístico y director musical Cabeza negra. Nunca dejamos de vincularnos.

Y.V.: -Cierto. Sólo dejamos de tocar en el mismo grupo.

-Imposible omitir preguntarles a ustedes, sin dudas referentes del trabajo artístico independiente, por la actual situación política y cultural del país.

J.L.: -Creo que entramos en un momento de la humanidad en el que es muy fácil perder las esperanzas. Por eso, es muy importante -más que nunca- generar experiencias comunitarias. Este año ha sido de muchas manifestaciones y no damos abasto con tantas luchas. He pasado mucho tiempo en la calle, voy a las marchas por causas sociales, y últimamente también voy porque necesito respirar ese aire, esa fuerza que dan las personas que creen en el bien común. Duele el país y duele el mundo. Es más, mientras escribo está ocurriendo el genocidio al pueblo palestino, algo atroz, imágenes que nunca imaginé ver y un silencio ensordecedor, sobre todo en la Argentina. Es muy desolador este tiempo, muy desolador.

Y.V.: -Así es. Y en lo que a La Fierro respecta, tratamos de amoldarnos a esta nueva situación cultural y económica. Por eso, todos los miércoles los jubilados entran gratis y después del show los cagamos a palos.